La Empresa Agropecuaria Cubaquivir, del municipio Los Palacios, se sumó a la cosecha de papas correspondiente a la campaña de frío 2019-2020 en Pinar del Río, provincia que reincorporó el cultivo a sus campos tras una década de ausencia.
Alfredo Reynoso, director de la entidad, aseguró a la prensa que esperan
recolectar las 180 toneladas pactadas, atendiendo al favorable estado de las plantaciones, fruto del esmero de los productores en las atenciones
culturales, lo cual posibilitó el desarrollo del tubérculo sin reportar la
presencia de enfermedades ni insectos perjudiciales.
Indicó que fueron sembradas 7,4 hectáreas y las labores productivas se
llevan a cabo con la debida precaución, siguiendo las medidas preventivas
orientadas de cara a la protección de quienes participan en la colecta del
tubérculo.
En esta contienda se seleccionaron para la reinserción tres municipios con
tradición en el cultivo: Pinar del Río, Los Palacios y Consolación del
Sur, este último iniciador esta vez de la cosecha en Vueltabajo hace un
mes.
La primicia la tuvo el productor Roberto Barrabé González, quien en su
finca Los Mangos, tras el paso de la cosechadora observó emerger de la
tierra lozano el fruto de sus desvelos, y entonces emocionado relató que esta resulta su primera experiencia en el cultivo y manifestó su disposición de repetirla en campañas venideras.
Conscientes de la trascendencia que en estos momentos de pandemia encierra la producción de alimentos, los labriegos se esmeran en la recolección de hasta la última papa del campo, algo practicado también en la UEB polo productivo Hermanos Barcón, con un rol prominente en la materialización del autoabastecimiento municipal.
Pinar del Río se preparó bien para la campaña papera y previo a la
arrancada de las plantaciones, se llevó adelante la rehabilitación de los
equipos necesarios, como cosechadoras, sembradoras y sistemas de riego,
además de procurar otros insumos imprescindibles para esa labranza.
Los productores fueron capacitados mediante clases prácticas e intercambios de experiencias y se realizó la preparación de las tierras y el mejoramiento de los suelos.
Variedades de probada calidad como la Manitov y Rudolph, ambas con buen potencial productivo e importadas desde Holanda, se emplearon esta vez, de acuerdo con especialistas de la agricultura en el territorio, quienes agregaron que los suelos arenosos de la región occidental resultan favorables para el cultivo del tubérculo.
Un instructivo técnico del Ministerio de la Agricultura para su
producción, refiere que la aceptación del alimento entre la población
cubana obedece, entre otras razones, a sus aportes en proteínas,
minerales y vitaminas.
En el mundo se cultiva en más de 130 países y su producción es superada
solamente por el trigo, arroz y maíz, subrayan páginas digitales.