Las inquietudes, preocupaciones y problemas que incidían sobre los residentes en la comunidad agrícola Benito Juárez, del consejo popular Bolívar, en el municipio de Sandino, fueron reflejadas en estas páginas hace apenas unas semanas, hoy nos hacemos eco de las soluciones implementadas y las que están en camino.
SERVICIOS Y RECREACIÓN
La insuficiente disponibilidad de servicios básicos, incluida la carencia de bodega en la comunidad, era uno de los reclamos que ya encontró respuesta, hay 29 núcleos que adquieren sus productos allí y el resto se encuentran en trámites en las Oficinas del Registro del Consumidor, pues estaban asentados incluso fuera del territorio.
José Alberto Yánez Ajete, director de la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía de Sandino, señaló que también crearon un Sistema de Atención a la Familia (SAF) del cual se benefician nueve residentes y permitió además la creación de un empleo. Con esta prestación se complementa la protección a personas vulnerables y con desventajas sociales que viven allí.
“Nosotros nos alegramos mucho cuando informaron iba a empezar la transformación aquí”, asegura Mirna García José, encargada de la comunidad, quien destaca la participación de los vecinos y el nivel de satisfacción que tienen con la sala de juegos y el trabajo que realiza el promotor cultural, en coordinación con representantes de la dirección municipal de Deportes.
Asimismo, refiere que de conjunto con la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) trabajan en la sensibilización, para preservar lo hecho: “Hay que cuidarlo, está pintadito, limpio, bonito y tiene que permanecer así con nuestro apoyo”.
UNIDAD Y SEGUIMIENTO
El trabajo en equipo, es lo primero que resalta Julio César Amado Sánchez, intendente de Sandino, al recordar que fue apenas en mayo que convocaron a las direcciones municipales para asumir la transformación de la comunidad.
Con 106 habitantes y 49 viviendas, los problemas fundamentales estaban en la imagen y prestación de servicios, la pintura, rehabilitación de áreas verdes y atención a las particularidades de cada núcleo familiar, esos elementos marcaron las pautas a seguir.
En la fase inicial con un chequeo semanal y ahora ya con frecuencia mensual, saben que no han concluido y que los cambios más profundos, los que necesitan operar en el orden espiritual llevarán más tiempo.
A partir del diagnóstico y con el asesoramiento de la comisión de Atención y prevención social, centran esfuerzos en la modificación de hábitos y estilos de vida, para ellos organizaciones como los CDR realizan barrios debates, mientras que Educación, contribuye con charlas sobre diversos temas que faciliten a las familias herramientas en la formación y manejo de los niños, adolescentes y jóvenes, a fin de cuentas, serán ellos los futuros pobladores.
Han priorizado la realización de planes asistenciales en esa demarcación e incluyeron dentro del sistema de trabajo el seguimiento, para avanzar en la elevación de la calidad de vida de los habitantes de la comunidad.
RECIÉN LLEGADA
Mirelis Roque Domínguez, fue la última en llegar a la Benito Juárez, es madre soltera, tiene cuatro hijos, tres viven con ella y uno en el municipio de Pinar del Río, al que pertenece la dirección particular asentada en sus documentos de identificación.
Decisiones personales la llevaron hasta Sandino, donde quedó sin vivienda, y aunque dice: “Esto no me gusta, yo no me veo aquí”; agradece las atenciones y ayuda recibidas por las autoridades del territorio y admite que está mejor que en su posición precedente. Recibe, además, una prestación monetaria de 3480 pesos.
Como señalamos en el trabajo anterior, estas viviendas sólidas constituyen soluciones para familias en situación similar; representan una mejoría en las condiciones de vida de los integrantes de esos núcleos y especialmente para los menores.
Válida la actual instrumentación en la que se concede prioridad a los intereses y expectativas de los beneficiarios, no obstante, es una respuesta efectiva y la protección no va de satisfacer gustos.
POR HACER
Para el Intendente está claro que les queda mucho por hacer en aras de la sostenibilidad, entre las estrategias se encuentra el fortalecimiento de los vínculos con las estructuras de la agricultura radicadas en el entorno y proseguir con la atención individualizada a los residentes, para incidir sobre dinámicas familiares que impactan negativamente en la comunidad.
La comunidad Benito Juárez, es otra, y ello es perceptible hasta en la expresión de los rostros de sus habitantes, prueba de que la transformación en asentamientos vulnerables, requiere recursos, pero también de mucha voluntad e integración.