Traía su mirada azul y una guayabera blanca prístina. Venía con Adriana, su compañera de mil batallas y sus tres retoños: Gema, Ámbar y Gerardito. Llegó a la empresa vueltabajera de proyectos de arquitectura e ingeniería, Génesis con el amparo de la canción de El necio y en medio de un acto por el aniversario 45 de la fundación de la institución. Entregó medallas y distinciones a su colectivo de trabajadores.
Luego se reunió con la prensa para contar los detalles de la exposición que inauguraría dos horas más tarde en el Museo Provincial, iniciativa que Génesis le propuso para conmemorar su aniversario y siete años del regreso de Los Cinco a Cuba.
Así contó que las caricaturas que conforman El humor libera fueron hechas en prisión y “no con el propósito con el que un caricaturista se sienta y crea. Surgen producto de una necesidad, una vez que el caso se hizo público, era más fácil expresar lo que le quería decir a Fidel en un dibujo que por escrito”.
Durante su encarcelamiento muchos fueron los motivos que impulsaron su trazo: aniversarios de la Revolución, cumpleaños del Comandante, congresos científicos y de la Upec, un libro de poemas de Tony…
Pero esas caricaturas hoy expuestas no habrían salido de prisión sino hubiese sido por la gestión salvadora de la argentina, radicada en Estados Unidos, Alicia Jrapko y su esposo, ambos activistas del Movimiento Internacional por la Libertad de los Cinco, merecedores de la Medalla de la Amistad que otorga el Consejo de Estado. Según Gerardo, Alicia lo visitó más de cien veces en la cárcel y era quien digitalizaba y conservaba las obras.
Su interés por el arte comenzó siendo niño y descubrió pronto que las líneas de la caricatura eran bastante sencillas. De manera autodidacta comenzó a imitar algunos dibujos de Pa’lante, su tío los coleccionaba y se los traía. Incursionó en el concurso Chispa joven de la publicación y obtuvo una mención. En 1982, con 17 años, le publicaron su primera caricatura en esa revista humorística. Luego, en el taller Juan David, de Tribuna de La Habana comenzó a instruirse junto a otros jóvenes que hoy forman parte del escenario plástico.
Su realización profesional llegó con la creación del personaje Pepino, una tira crítica que aborda improductividades, desórdenes y burocracias aún vigentes.
Las palabras al catálogo de la exposición revelan: “…Asume la caricatura personal multiplicándola a través de paradigmas de nuestro sistema social que constituyen faros cívicos y familiares (…) descubrimos en Gerardo un lenguaje claro, mensajes directos y cierta sencillez desde el punto de vista estético”.
Advierte que el humor gráfico es subutilizado en nuestros medios. “Las razones pasan por diferentes aristas”, apuntó, aunque es una herramienta poderosa para la denuncia de problemas sociales.
Tenerlo frente a frente significó también la oportunidad para hablar sobre la proyección de los CDR hoy por su responsabilidad como Coordinador Nacional de la organización.
Gustoso refirió que “Pinar del Río recibió la condición de Vanguardia nacional por un trabajo mantenido por años, que si bien no es perfecto, como no lo es en ningún lugar, si uno lo compara al resto de las provincias, destaca. Unido a eso, este año estaremos despidiendo a nuestro coordinador provincial. Los dirigentes sentimos orgullo de que la organización haya contado con un compañero como él; cuando asumí la responsabilidad al frente de la organización ya él era legendario por su labor, su seriedad y su profesionalismo, pero otras tareas reclaman el concurso de sus esfuerzos”.
El Héroe de la República sabe que las organizaciones deben atemperarse a los tiempos, la Cuba de hoy no es la de 1960. Aunque la función de los CDR continúa siendo la defensa de la Revolución, hay que ir trasformando los códigos.
“En septiembre acaba de cumplir 61 años y como siempre digo cualquier organismo de esa edad necesita tratamiento, retoque. Una organización como la nuestra no está exenta de que también haya que pensar sus métodos y tácticas. Estamos enfrascados en un proceso que no tiene que ver directamente con ningún acontecimiento del país. Hemos creado un grupo de trabajo con psicólogos, sociólogos, juristas y personas con vasta experiencia en la organización, haciendo una tormenta de ideas de como podemos impulsar el trabajo, porque aspiramos a que los CDR estén cada vez más cerca de los problemas reales de cada comunidad”.
Por el momento, el público pinareño podrá disfrutar de El humor libera en el Museo Provincial hasta el 17 de enero, un muestrario de más de 40 obras fruto de un periodo complejo en la vida de su creador, en el que acercarse al arte fue su mejor forma de expresión. Aun con la carencia de recursos propia de las condiciones de su encarcelamiento, Gerardo halló la manera de ser ingenioso, explorar la imaginación y escribir estos mensajes de amor y compromiso para su tierra.