Luis Alberto Figueroa Pagés es de esas personas que dejan impronta con sus conversaciones. De hablar pausado, sapiente, amante de lo artísticamente ingenioso, le ha dedicado 40 años de su vida al magisterio, como profesor de Estética Cinematográfica y otras asignaturas dedicadas a la historia del arte, la literatura y los medios audiovisuales cubanos.
Poeta, y pintor por atrevimiento, propio de una personalidad infatigable, es también uno de los más sólidos investigadores de la obra de Sergio y Luis Saíz Montes de Oca, por lo que acaba de ser reconocido por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) junto a otras seis personalidades de la cultura cubana con el premio Maestro de Juventudes.
Cuando se trata de un pinareño, el orgullo colectivo germina y el reconocimiento por la obra personal se trasmuta en un triunfo para Vueltabajo. El “Maestro de Juventudes” se otorga a personalidades que constituyen referentes para el arte joven desde las distintas manifestaciones artísticas, por su trayectoria y méritos.
Sobre sus impresiones por el galardón comenta que el trabajo de la organización de la vanguardia joven a nivel nacional es muy serio, que el presidente Rafael González Muñoz lo visitó personalmente para conocer los detalles de sus investigaciones, ya que en ninguna provincia del país existe una historia de la Asociación como la fundamentada por él a partir de años y años de búsqueda de información y recopilación de testimonios. Confía en el prestigio de la AHS porque, en efecto, el primer crecimiento de la Uneac vino de la entonces Brigada Hermanos Saíz.
Precisamente, Figueroa es fundador de la Brigada en Pinar del Río (1974). Relata que a pesar de que la idea de la creación del grupo había surgido del célebre pinareño Aldo Martínez Malo y que existía un fuerte movimiento de intelectuales en Vueltabajo, fuimos la penúltima provincia en instituirla debido a la inopia de la dirección política en la provincia por esos años. La Brigada vio la luz gracias a la Unión de Jóvenes Comunistas que asumió la responsabilidad, en las figuras de su entonces secretario Lucio Bencomo y de Francisco Noa, cuadro nacional. La creación del Ministerio de Cultura en 1976 afianzó el nacimiento.
Luis es presidente de la cátedra honorífica Hermanos Saíz Montes de Oca de la Universidad de Pinar del Río (UPR) y vicepresidente de su cátedra de promoción cinematográfica, presidente de la filial de la Fundación Nicolás Guillén y de la comisión de enseñanza artística de la Uneac en Pinar del Río. También integra el Consejo Asesor del Centro de Cine del Ministerio de Cultura, el Consejo Técnico Asesor de Extensión Universitaria de la UPR y es fundador de la Unión de Historiadores de Cuba. Entre sus distinciones destacan el premio Alma Mater otorgado por la Federación Estudiantil Universitaria (2013) y la medalla Raúl Gómez García (1987).
Es iniciador también del movimiento de aficionados al cinematógrafo que fortaleció la cultura universitaria de la ciudad y como integrante de la fundación de la Federación Nacional de Cineclubes de Cuba apoyó el extraordinario avance de la apreciación cinematográfica en las universidades del país. En Vueltabajo ha trabajado por el desarrollo de los espacios de cine de autor, cinemateca, cursos especiales, eventos cinematográficos nacionales y provinciales. Colabora con revistas de arte y literatura con reseñas y críticas de cine.
Justo en el aniversario 35 de la AHS este 18 de octubre, además de la entrega oficial del premio en la biblioteca nacional José Martí, ocurrirá la presentación de su libro Juventudes, compilación de los documentos políticos de Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, editado por Sed de Belleza y prologado por Abel Prieto, presidente de Casa de las Américas.
Cuando le pregunto por sus proyectos, me responde jovial: “Más que proyectos son empecinamientos”. Hace poco salió su poemario Arder entre palabras por Ediciones Loynaz y el sello Abril prepara la cuarta edición (ampliada) de Cuerpos que yacen dormidos. No para de crear, de hacer, de legar. Trabaja como asesor histórico en una película dedicada a Sergio y Luis que dirige Alejandro Gil; y ya escribe el libro Primeras iniciales, sobre la historia de la Brigada Hermanos Saíz en Pinar del Río, desde su fundación en febrero de 1974 hasta su transformación en Asociación en 1986. Los hombres que desde el pensamiento, la historia y la creación impulsan la cultura, son imprescindibles. ¡Felicidades, Maestro!