El presidente Luiz Inácio Lula da Silva invitó a todos los rectores de universidades e institutos federales de Brasil para un encuentro hoy en el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo en esta capital.
Según la televisora CNN Brasil, el ministro de Educación, Camilo Santana, también estará en la reunión y la lista de invitados incluye a los 70 rectores de la enseñanza superior y dos directores del Centro Federal de Educación Tecnológica.
La mayoría de estas autoridades integran la Asociación Nacional de Dirigentes de las Instituciones Federales de Educación Superior (Andifes).
El grupo clasifica de «retroceso de la Educación» los cuatro años de gobierno del derrotado mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro.
Su gestión estuvo marcada por diversos recortes en el presupuesto de las instituciones de enseñanza federal que perjudicaron el pago de cuentas básicas, como luz, empleados contratados y becas.
Además, durante el periodo emergió una relación conflictiva de ministros con las universidades. En cuatro años, hubo cinco titulares de Educación.
En la gestión de Abraham Weintraub, el exministro llegó a acusar a los campus de alboroto y mantener la producción extensiva de drogas.
La intención de la cita es retomar los encuentros regulares del presidente con rectores, lo que era común en mandatos anteriores de Lula y de la expresidenta Dilma Rousseff. Según interlocutores, la agenda puede pasar a ser semestral.
En la jornada (8 de enero) de ataques golpistas en Brasilia, Andifes emitió una nota en la cual afirma que «ningún terrorista, financiador y articulador de estos actos criminales, así como aquellos que hayan viabilizado, aunque por omisión» debe ser perdonado.
Señaló en su momento que «los actos terroristas son intolerables, inaceptables e inexcusables».
Con pedidos de intervención militar y rechazo a la asunción al poder de Lula, grupos de extrema derecha partidarios de Bolsonaro invadieron y depredaron las sedes del Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal (STF) y Planalto.
Aunque algunos adeptos del exmilitar fueron puestos en libertad, unos mil 500 continúan presos y podrían ser acusados de terrorismo e intento de golpe de Estado.
Bolsonaro fue incluido en la investigación sobre autores intelectuales e instigadores de acciones terroristas, a solicitud de la Fiscalía.
El interventor en la Seguridad Pública del Distrito Federal, Ricardo Cappelli, afirmó que el excapitán del Ejército será inquirido a «todo procedimiento como cualquier ciudadano brasileño y las indagaciones avanzarán».
Denunció que el exparacaidista se pasó años atacando al Supremo, «a las instituciones democráticas. Es él quien insiste en intentar deslegitimar la elección del presidente Lula», subrayó.