Como dijo la congresista María Elvira Salazar en una conferencia de prensa realizada luego de la reunión de la mafia trumpista con el líder republicano de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, Kevin McCarthy, en Miami: “La paciencia se está agotando”.
Y al parecer, en su desespero, ya ni pierden el tiempo en enmascarar en qué consisten realmente sus intenciones respecto a Cuba: más bloqueo y más internet.
¿Internet para qué? -vuelvo a preguntar.
Según dijo la congresista anticubana, quien le pidió una vez más al presidente Joe Biden que provea el acceso a internet a la isla, para que los cubanos tengan “la posibilidad de hablar entre ellos, y de organizarse y volver a salir a la calle”, para repetir los actos vandálicos y violentos que tuvieron lugar el pasado 11 de julio.
De acuerdo con sus palabras el 11 de julio el pueblo salió en varias provincias después de que una publicación en vivo a través de la red social Facebook, que grababa una protesta, se viralizara.
Las declaraciones de la experiodista corroboran las denuncias hechas por el canciller cubano que acusaban al gobierno del estado de la Florida de estar detrás de la operación mediática, realizada a través de las redes sociales, que algunos se empeñan en catalogar como un «espontáneo estallido social».
Más Internet, agregó María Elvira, para que “ese cubano, ese afrocubano, al que le están partiendo la cabeza, sepa que, aunque está haciendo el mayor sacrificio, no está solo”.
O sea, para que el pueblo cubano se entere de que la mafia anticubana, en lo que puede considerarse otra campaña electoral a favor del trumpismo, lleva casi un mes gritando en Miami, en nombre de la Patria y de la Vida, en reclamo de más bloqueo y una intervención militar contra la Isla.
De paso podría enterarse también de que los ahora supuestos defensores de los «afrocubanos», son los mismos que se fueron de Cuba, entre otras razones, huyéndole a la «chusma» afrocubana que el triunfo de la Revolución desenterró del más discriminatorio de los olvidos; y que ahora mismo, como también acaba de denunciar el canciller cubano, desatan insultos y hechos racistas contra los ciudadanos estadounidenses que respaldan la petición de apoyo Let Cuba Live con la mayor de las Antillas.
A tales personajes, carcomidos por el odio y la frustración, puede que todavía les quede un tanto de paciencia, porque lo que es la decencia y la vergüenza se les agotaron hace rato.