Abrir con buena mano resulta vía segura al éxito, afirman aquí los inveterados jugadores de dominó, y la fórmula se aplica hoy en la apertura cubana en un escenario en el que la Covid-19 va cuesta abajo.
En ese entono el presidente Miguel Díaz-Canel, quien como muchos cubanos gusta de poner en la mesa las fichas en blanco y negro, suscribió que su país se abre por dentro y hacia el mundo, aunque con control epidemiológico.
La isla se abrirá al mundo, comenzarán las clases, y para fin de año recibiremos a miles de cubanos que viven fuera. Retos que solo venceremos extremando cuidados, escribió el gobernante en su cuenta en Twitter.
Se trata de un mensaje optimista, que acompaña una serie de medidas de flexibilización y de reapertura en la economía, los servicios y otras esferas de la vida de los cubanos, que libraron una larga y dura batalla contra la pandemia, y a la cual el Gobierno de Estados Unidos sumó con intención el recrudecimiento de su largo bloqueo.
Con fecha de cierre 19 de octubre, el más reciente reporte del Ministerio de Salud Pública consigna que la incidencia de casos positivos a la Covid-19 quedó por debajo de los dos mil, lo cual parece ya tendencia, mientras que La Habana registró menos de un centenar de nuevos contagios.
Este martes, el ministro de Turismo, Juan Carlos García, anunció la reapertura de la industria de los viajes a partir del 15 de noviembre próximo, lo cual augura un alivio para la deprimida economía cubana, que tiene en la actividad turística uno de sus motores fundamentales y principal ingreso de divisa fresca.
Un buen síntoma resulta el aumento de las aerolíneas internacionales que vuelven a volar a Cuba, y de otras que se estrenan. Ello ocurre incluso desde Estados Unidos, aunque allá el bloqueo sigue recrudecido.
La Empresa Cubana de Aeropuertos y Servicios Aeroportuarios (ECASA) informó sobre la reanimación de los arribos de más de una veintena de aerolíneas, a tono con iguales anuncios de esas compañías y de cadenas hoteleras que también reabren sus puertas en Cuba.
En sintonía con tales informes, el sitio Travel Trade Caribbean da cuenta que desde Florida, Estados Unidos, viajarán a Cuba American Airlines, JetBlue y Southwest, además de otros vuelos charter y de carga que Washington aprobó en los últimos días.
Del Caribe y Latinoamérica operarán Bahamas Air, desde Nassau; InterCaribbean, desde Kingston;, Air Century, desde Santo Domingo; Wingo AeroRepública, desde Bogotá; Copa Airlines, desde la Ciudad de Panamá; y Viva Aerobús, desde México.
Toronto y Montreal , Canadá, lo harán con Air Canada y Air Transat, mientras Royal Flight, Aeroflot, Azur Air y Nordwind conectarán desde Rusia y vendrán cargados de turistas de esa nación euroasiática.
Desde la capital de España operarán Iberia, Air Europa, Evelop y World2Fly, está última propiedad de la cadena hotelera Iberostar.
El presidente de ese grupo, Miquel Fluxá, recibió días atrás el vuelo inaugural Madrid-La Habana, que la World2Fly hizo con su nuevo Airbus 350-900, de gran porte. También están previstos vuelos a Cuba desde París (Air France), Milán (Neos), Estambul (Turkish Airlines) y Luanda (TAAG).
Para el 15 de noviembre se espera que la lista de aerolíneas que operarán en Cuba crezca. Entonces la inmensa mayoría de los cubanos habrá recibido las dosis completas contra la Covid-19 y el país avanzará hacia lo que ya se califica como la nueva normalidad.
Desde antes, el 7 de noviembre, los viajeros que llegan ya no tendrán que guardar cuarentena sanitaria, aunque será requisito pasaporte sanitario o prueba de PCR negativa.
Cuba reconoce todas las vacunas existentes contra la Covid-19, y quienes arriben tendrán la oportunidad de optar por los varios inmunizantes creados por científicos en la isla y desarrollados en la industria biofarmacéutica nacional, con resultados reconocidos dentro y fuera del país.
A lo interno son varios los pasos que muestran el regreso a lo que aquí denominan la ‘nueva normalidad’.
Siempre con controles sanitarios acompañantes, y a la par de la continuidad, y montada sobre una rápida y exitosa campaña de vacunación nacional, la capital cubana abre sus fronteras al transporte interprovincial, según anunció el gobernador Reinaldo García Zapata.
Ello implica la eliminación de permisos para circular, la autorización para retomar la labor de transportistas privados, puntos de embarque interprovinciales, trenes nacionales y el fin del horario de restricción de movilidad.