Mantener el legado en Pinar del Río, a pesar de todo

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Aunque fue Héctor Luis el pionero de la iniciativa en San Juan, ya otros productores del municipio ponen en práctica la experiencia de beneficiar su propio tabaco /Fotos de Januar Valdés Barrios

Cuando Héctor Luis Prieto logró llegar a su finca la mañana después del paso del huracán Ian, no sabía por dónde empezar a quitar escombros. En el suelo quedaban el esfuerzo y el empeño de muchas personas y nuevos proyectos que nacían para su beneficio y el de la comunidad.

Hacía apenas unos meses que en Quemado del Rubí, el reconocido Premio Habano sanjuanero había construido una miniescogida para darle tratamiento a sus producciones, una iniciativa que a pesar de aquel gran contratiempo, hoy muestra resultados y se replica en tierras de otros productores de la hoja.

EN ARAS DE CERRAR CICLOS

“No había experiencia de ese tipo en el territorio. Después de la visita, hace más de un año, del primer ministro Manuel Marrero Cruz, surgió la idea de hacer la miniescogida y el presidente del Grupo Tabacuba, Marino Murillo estuvo de acuerdo.

“Empecé con el proyecto de conjunto con la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco Hermanos Saíz y se aprobó. Iniciamos cinco productores en el país: Ortúzar y Jesusín, también Premios Habano de Pinar del Río y dos productores de Sancti Spíritus. La experiencia ya se extiende a otros campesinos en territorio sanjuanero, o sea, que los resultados nuestros fueron el termómetro para que hoy se autorizara la creación de más de estas estructuras”, explica Héctor Luis.

Cerca de 20 mujeres trabajan en la miniescogida. Es este otro motivo de regocijo para el tabacalero, pues su proyecto se ha convertido en fuente de empleo para féminas de la zona, algunas de ellas ya jubiladas y otras muy jóvenes.

La miniescogida de la finca Quemado del Rubí se ha convertido en fuente de empleo para las mujeres de la zona /Fotos de Januar Valdés Barrios

El salario es similar al sistema que desde hace algún tiempo se aplica en el resto de las estructuras del municipio, por una norma que incluye niveles de calidad y un pago trimestral por resultados. Gracias a esta modalidad, la fuerza de trabajo en las escogidas y despalillos ha dejado de ser un problema.

Además del local donde clasifican la hoja, hay un área destinada al habitual proceso que lleva de mojado y reposo antes de pasar a la selección.

“La experiencia ha sido muy positiva, prácticamente no hemos tenido merma y logramos un 26 por ciento de capa de exportación. El tabaco se maneja con más cuidado, el proceso se hace con más calidad. Los resultados son realmente superiores.

“De esta manera te evitas muchos pasos que a veces dependen de la Empresa, como la custodia del tabaco, la fumigación, el manejo, el transporte, la merma. Es casi una forma de cerrar el ciclo productivo”.

Desde que inició el funcionamiento, 19.13 toneladas de tabaco se han recibido en la escogida de Quemado del Rubí, de ellas se han beneficiado más de 14, incluidos volúmenes que también le compran a la Empresa.

DESPUÉS DE LA TORMENTA, DEFINIR PRIORIDADES

A pesar de que Ian devastó toda la infraestructura de la finca, hoy se ve en la calidad de la hoja el esfuerzo de quienes se apasionan por el cultivo /Fotos de Januar Valdés Barrios

Quien haya visitado la finca de este Premio Habano sabe que Ian castigó fuerte el lugar. El acogedor ranchón y las cabañas aledañas aún no lucían, el día de nuestra visita, como eran antes del huracán, y aunque el lugar está incluido como destino turístico en la ruta del tabaco, Héctor Luis supo definir sabiamente sus prioridades.

“Después de Ian la prioridad en la recuperación fue la parte agrícola, para no perder el tabaco. La casa de cura estaba derrumbada totalmente; sin embargo, todo estaba cubierto con mantas y afortunadamente no se perdió ni una hoja.

“A pesar de la devastación nos hemos levantado. Construimos una casa de tabaco con más capacidad, mejor diseñada; reconstruimos la escogida y ahora trabajamos para terminar el ranchón.

“Fue duro, una prueba fuerte. Nos pasamos un mes entero botando basura. Tuvimos que desarmar todo pieza por pieza. Pero no podíamos quedarnos con los brazos cruzados. Los resultados que hoy tenemos han sido por el esfuerzo de los trabajadores, de toda la familia y por el apoyo de la Empresa, que estuvo presente en todo momento”.

Aunque se atrasó un poco en el tabaco de sol, comenta que sembró las 53 000 posturas de tapado y recolectó 5 000 cujes. En la nueva casa de cura guardó toda la hoja de la campaña y gracias al nuevo diseño, hecho con portales, consiguió más espacio y amplitud.

Dicen los conocedores del cultivo que, al contrario de los contratiempos que tuvo la siembra, ha sido un año favorable para la cura de la solanácea, y así se nota a simple vista en las hojas cosechadas por este hombre que, a pesar de la tempestad, sigue defendiendo el legado de que sea en San Juan y Martínez donde se cultiva el mejor tabaco del mundo.

Especial El Hombre detrás del Habano: https://www.guerrillero.cu/el-hombre-detras-del-habano/

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