El Órgano Nacional de Acreditación de la República de Cuba (ONARC) mantiene desde 2005 el reconocimiento internacional en el campo de laboratorios de ensayos y calibración, pese al aislamiento que redobla hasta la saciedad el gobierno de Estados Unidos.
Aun así, lo ampliamos en 2016 en el caso de los organismos de inspección, comentó en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias María Miranda Vaquero, jefa de la Secretaría ejecutiva de esa institución.
Un reconocimiento de ese tipo evidencia su impacto en la economía y fuera del país, entre ellos ensayos en apoyo a la actividad de exportación e importación de productos, explicó.
Citó en ese sentido el azúcar crudo, rones, alcoholes y bebidas alcohólicas, productos lácteos, camarón de cultivo, productos pesqueros y cárnicos, miel de abeja, frutas y vegetales, harina de soya, acero, pinturas y barnices, aparatos electrodomésticos y equipos médicos.
También incluye y vitales en el actual enfrentamiento a la pandemia del nuevo coronavirus, la industria de medicamentos, vacunas y productos biotecnológicos tanto para suministrar al Programa de Salud Nacional como destinados al mercado internacional.
Contribuyen, además, al control de la inocuidad de alimentos y a la calidad del agua de consumo humano, así como los vinculados al antidopaje que permiten al laboratorio cubano su reconocimiento por la Agencia Internacional de Control Antidopaje para mantener su aptitud en cuanto a la prestación de servicios en eventos deportivos internacionales.
Igualmente, contempla a los materiales de la construcción, suelos, rocas y hormigón en laboratorios que apoyan a las obras civiles, entre ellos en los Polos Industriales, así como en laboratorios que respaldan a la cadena de extracción, comercialización y distribución de petróleo.
Miranda Vaquero anunció que en la actualidad se encuentran con actividades acreditadas 75 laboratorios de ensayo y 29 de calibración, y 6 organismos de inspección.
Cuba es firmante del Acuerdo de Reconocimiento Multilateral de la Cooperación Internacional de Laboratorios Acreditados (ILAC) y de su homóloga interamericana (IAAC), que constituyen garantías de una mejor inserción económica en el comercio local y mundial.
En el afán de ser más competitivos allende los mares, opinó, el país avanza en materia de acreditación, al generar confianza para que la certificación, el ensayo, la calibración o la inspección que respaldan un producto o servicio de origen nacional, sean aceptados a escala global.
Dijo al respecto que se trata de una actividad que progresa a fuerza de creatividad, rigor y voluntad profesional, en particular ante el recrudecido bloqueo económico, financiero y comercial estadounidense, y la necesidad imperiosa de preservar el rumbo hacia un desarrollo sostenible.
ONARC surgió en noviembre de 1998 y es el encargado de desarrollar la evaluación y el reconocimiento de la competencia técnica, en correspondencia con requisitos internacionales, de los laboratorios de calibración y ensayo y de organismos de inspección.