A pesar de tener unas 3 000 hectáreas contratadas bajo condiciones, sobre todo a partir de la disponibilidad de capacidades de cura, los tabacaleros pinareños no renuncian al plan de 12 905 hectáreas pactadas para la campaña 2023-2024.
De acuerdo con Osvaldo Santana Vera, representante del grupo Tabacuba en la provincia, el proceso de siembra está previsto hasta el 20 de enero y existen más de 2 000 hectáreas que dependen de la construcción de casas de cura, pues de 8 222 que se necesitan para la campaña, solo han completado 4 700.
Precisó que, aunque existen limitantes con la disponibilidad de madera por parte de los forestales, continúan con la extracción de alrededor de 5 500 piezas diarias en cerca de 75 camiones.
“De las hectáreas contratadas bajo condiciones, algunas dependen de las piezas de riego y de los más de 438 tranques de agua que había que limpiar y hacer, lo cual no fue posible por las limitaciones de combustible, sobre todo en las empresas del norte de la provincia.
En el caso de los rendimientos, dijo Santana Vera que la indicación es que a todo el tabaco que se plantó en el mes de octubre y hasta el 30 de noviembre, se le va a hacer rebrote en las mismas áreas, lo que indudablemente permitirá obtener más toneladas y mayores rendimientos.
Agregó que en relación con el tapado no existen dificultades para cumplir con las 780 hectáreas planificadas y obtener más del 20 por ciento de la capa de exportación. “Hoy se mide el indicador de manojo por hectárea y tenemos buenos resultados en las escogidas familiares”, precisó.
“Casi todos los productores que tienen sus escogidas están por encima de los 600 manojos por hectárea. Ortúzar, por ejemplo, alcanzó los 1 200, y más del 54 por ciento de ellos pertenecen al grupo uno, que corresponde a las capas utilizadas en los tabacos de vitolas grandes”, concluyó.