Jugador de cuadro, jardinero, receptor y manager, derecho. Conocido por Patato y Hombre Diablo. Nació en Guanajay, entonces provincia de Pinar del Río, el 8 de febrero de 1892, y falleció en Regla, el 29 de junio de 1942. Con 5´5 de estatura y alrededor de 160 libras de peso.
Participó en veinte temporadas de la Liga Profesional Cubana y en dos torneos independientes. Comenzó en 1912, como tercera base del Almendares (.094), 1913 (.136), 1913-1914 (.236), 1914-1915 (.333), 1915-1916 (.406), 1917, con el Red Sox (.190), 1918-1919, con el Almendares (.344), 1919-1920, con el Habana (.293), 1920-1921 (.240), 1921 (.556), 1922-1923, con el Marianao (.290), 1923-1924, con el Almendares (.331), 1923-1924, con el Habana del torneo independiente (.372), 1924-1925 (.364), 1926-1927, alternando entre el Cuba y el Habana (.398), 1927-1928, con el Habana (.307), 1929-1930, con el Santa Clara (.300), 1930 (.375), 1930, con el Cienfuegos del torneo independiente (.212), 1931-1932, con el Almendares (.308), y 1932-1933 (.193). Total: en 1 754 veces al bate, conectó 528 hits, para average de .301, con 281 anotadas y 66 bases robadas.
Consiguió un año estupendo en 1915-1916, conectando para .406. En 1918-1919 (.344) y 1926-1927 (.404), se proclamó líder de los bateadores. En 1920-1921 fue puntero en bases robadas (12). Abandonó la lid de 1925-1926, para jugar en torneos semiprofesionales de Oriente, donde ganaba más dinero. En 1926-1927, quedó al frente de los dobles (7). Estuvo con el Habana, el 17 de octubre de 1930, en La Tropical, contra el conjunto Estrellas de Bancroft, integrado por jugadores destacados de las Grandes Ligas y en 1920, cuando se jugó frente a los Gigantes de New York en el Almendares Park, con la presencia de Babe Ruth.
Dirigió el Cuba de 1926-1927 y obtuvo el 2do. lugar, con 5 ganados y 13 perdidos (.278). Cueto fue un jugador versátil, que debutó el 25 de junio de 1914 con el San Luis, de la Liga Federal, creada para competir contra la Nacional y la Americana en los Estados Unidos.
Llegó a la Organización del Cincinnati el 19 de agosto de 1916, cuando jugaba en las Menores con el Portsmouth, y estuvo con los del estado de Ohio en tres de sus cuatro campañas. Su mejor contienda fue la de 1918, cuando promedió .296 (108-32) con 14 impulsadas.
Terminó en Grandes Ligas el mismo día en que debutó cinco años atrás, el 25 de junio de 1919, con el Cincinnati. Ese año su equipo se coronó en la Serie Mundial sobre los afamados Medias Blancas de Chicago, pero Cueto no jugó en el Clásico de Otoño, a diferencia del también cubano Adolfo Luque. En 150 desafíos y 379 veces al bate, conectó 86 hits, para average de .227, con 36 anotadas, 31 impulsadas, 10 dobles, 1 triple, 1 jonrón, recibió 50 bases por bolas y se robó 13 bases, para acumular un slugging de .266. A la defensa tuvo un promedio de .964, desempeñándose en 82 encuentros: 18 en segunda, 17 en el jardín derecho, 14 como torpedero, 11 en la antesala, otros tanto como receptor y 8 en el left field.
Estuvo dieciocho temporadas en Ligas Menores, desde 1911 hasta 1938, con el Jacksonville, Chattanooga, Portsmouth, Seattle, Rochester, Mobile, Atlanta y Tampa, con los siguientes resultados: en 1 670 desafíos y 5 837 veces al bate, conectó 1 745 hits, para average de .299, con 207 dobles, 38 triples, 19 jonrones y slugging de .297. En 11 ocasiones promedió sobre los .300.
En 1933 conformó un equipo de ocasión, el Cueto Cubs, que hizo una gira por México y Nicaragua. En este último país causó sensación, al ganar 30 desafíos su equipo y solo perder 1. Así lo confirma Jorge Eduardo Arellano, en Hitos de nuestro Béisbol. Los cubanos del Cueto Cubs en Nicaragua:
“Carlos J. García anotó: ‘La presencia del Cueto Cubs fue muy provechosa para el mejoramiento de nuestro béisbol, y el propio Manolo Cueto quedó desde entonces ligado a la pelota nicaragüense. Tanto Manolo Cueto como su hijo, Roberto, siguieron llegando a Nicaragua e incluso aquí procrearon familia’. Una cuarteta, atribuida a Big-Boy, registró el contundente bateo de Manolo y Roberto Cueto: ‘Dijo el artista Pavón / a su buen amigo Pavito / tan duro pega Cuetón / como el temible Cuetito’. El último juego del Cueto Cubs en Nicaragua se verificó el 11 de junio de 1933 contra el Bóer y fue otra vez capote y no hit no run. Pero tampoco fue juego perfecto. Lanzando Jesús Miralles, Eduardo López Mario Patón bateó rola al short stop. Castillo tiró mal a la primera, colándose Eduardo en segunda; los cubanos ganaron 7 a 0. El Chino Meléndez fue de nuevo el pitcher perdedor. El lugar preferido de los Cuetos en Managua, durante su estadía de casi cinco meses, fue el Cine Palace, en la calle 15 de septiembre…”
Fue uno de los grandes bateadores cubanos de la primera parte del siglo XX. Electo al Salón de la Fama del Béisbol Cubano, en 1950.
Récords:
-En 1918-1919 (.344) y 1926-1927 (.404), se proclamó líder de los bateadores.
-En 1920-1921 encabezó las bases robadas (12).
-En 1926-1927, quedó al frente de los dobles (7).