Gracias a su dedicación y constancia esta santiaguera fue seleccionada como mejor árbitro nacional de Cuba en 2024.
EL ARBITRAJE deportivo es una labor un tanto anónima. Pocos aficionados se detienen a valorar en profundidad la importante función que desempeñan y los retos que enfrentan estos hombres y mujeres que, sin ser los mayores protagonistas, se convierten en indispensables de cualquier espectáculo deportivo.
Buena parte de ellos tienen como denominador común la anterior práctica del deporte en el que ahora imparten justicia. Ese es el caso de la santiaguera Marbelis Correoso Correoso, elegida como la mejor árbitro nacional de Cuba en 2024.
Una lesión en la rodilla le hizo abandonar las carreras de 400 metros y los sueños de brillar en los escenarios internacionales más exigentes del atletismo. Entonces tenía apenas 15 años de edad, y las circunstancias le obligaron a replantearse metas y convertirse en técnica industrial especializada en transporte en su natal Songo-La Maya.
Pero el “bichito” del deporte nunca le dejó tranquila. Aprovechó las bondades de la municipalización de la universidad para graduarse como Licenciada en Cultura Física y Deporte. Desde aquel día han transcurrido 18 años y sigue enamorada de lo que hace.
Marbelis, actual subdirectora del Combinado Deportivo 2 de Mantilla –barrio de La Habana en que reside–, se las ingenia para combinar las responsabilidades de su cargo con las exigencias del arbitraje.
Aunque le apasiona el atletismo, también ha trabajado como jueza en patinaje y triatlón. Su incansable labor la ha llevado a eventos provinciales y nacionales, como juegos pioneriles y escolares, además de ediciones de la Copa Cuba y el Memorial José Barrientos de atletismo.
De esas experiencias, la satisfacción por el premio con que despidió el 2024 y los planes en que trabaja, accedió a conversar con JIT mientras seguía con la mirada a un grupo de niños que en la pista del Combinado Deportivo Ciro Frías, que se preparan para “asaltar” el futuro.
¿Qué fue lo primero que pensaste con la noticia del premio?
Me impactó, no me lo creía. Es mi primer premio de este tipo. Siempre trabajo tratando de hacerlo lo mejor posible, pero para satisfacción personal, no para conseguir un determinado premio. Por eso me emocionó saber que entre tantos que nos dedicamos a esto, haya sido yo la escogida… fue una magnífica noticia y un logro más para guardar.
¿Por qué te dedicaste al arbitraje?
Desde que comencé de profesora me relacioné con el arbitraje, porque creo que es un tema que todos los que nos dedicamos a enseñar determinado deporte debemos dominar sus reglas, saber cómo se aplican y la utilidad que tienen. Llevo 18 años de trabajo y siempre me ha cautivado ese tema.
Lo más difícil de ser árbitro…
Lo más complicado es el rigor que exige esa función. Lleva intensa preparación, dedicación y un gran sentido de pertenencia por lo que haces. De una decisión arbitral dependen muchas cosas importantes, incluso el futuro de un deportista, y por eso hay que ser siempre justa e imparcial.
El esfuerzo para la preparación nunca termina, porque es una profesión en constante evolución. Resulta fundamental estar al día con las novedades y aprender a aplicarlas.
¿Cómo logras combinar tus funciones como directiva con el arbitraje?
En ese sentido es doble el esfuerzo. Casi siempre las competencias se celebran durante los fines de semana, lo que implica que, quienes asumen estas tareas, no cuentan con mucho descanso. Para mi suerte, casi siempre he contado con el apoyo de mis compañeros de trabajo, sobre todo para las tareas en el Combinado.
Dentro de tu especialidad hay varias funciones, ¿cuáles prefieres?
He tenido responsabilidades de todo tipo, juez principal, anotadora… en fin, varias funciones, todo eso combinado con exposiciones teóricas para evaluar nuestra superación. Pero lo que más disfruto es ser anotadora en cualquier evento. Algunas experiencias como árbitro principal me han ocasionado disgustos y por eso me gusta menos.
¿Y si tuvieses que elegir entre el trabajo con los niños o con atletas de alto rendimiento?
Escogería siempre los eventos infantiles o escolares. Los niños son más respetuosos, más receptivos ante cualquier señalamiento. Los atletas con más experiencia a veces tienden a protestar más por las decisiones.
¿Has pensado en la posibilidad de alcanzar graduación internacional?
Actualmente me estoy preparando para convertirme en oficial internacional con categoría bronce. Debo realizar un examen online y obtener la calificación exigida. Estoy estudiando intensamente todo lo que tiene que ver con la teoría para estar lista y aprovechar la oportunidad cuando abran las convocatorias.
Realmente, ese estudio forma parte de las preparaciones habituales que hacemos con Faustino Heredia y Antuané Depestre. Todos los meses realizamos clínicas de superación y siempre aprovechamos las competencias para este tipo de encuentros.