Hasta el día de hoy, la vida de María Teresa Mora sigue siendo un misterio en el mundo de los trebejos. Su obra continúa bajo estudio constante y profundo de los amantes del juego ciencia cubano, sobre todo de los historiadores Jesús González Bayolo y Yandy Rojas Barrios, quienes redactan un libro biográfico sobre la destacada ajedrecista, capaz de impresionar al mismísimo José Raúl Capablanca, quien fuera también su maestro.
¿Pero cuánto hay detrás del mito de María Teresa Mora? ¿Por qué nunca perdió? ¿Podría haber sido la inspiración de la exitosa miniserie de Netflix Gambito de dama, de 2020? Aquí le ofrecemos una breve síntesis de su carrera, gracias a la colaboración de los propios Jesús González Bayolo y Yandy Rojas Barrios. Reiteramos, su vida y obra continúan siendo objeto de estudio.
APERTURA
María Teresa Mora Iturralde nació en La Habana el 15 de octubre de 1902. Durante mucho tiempo se creyó que había nacido en 1907, debido a que fue el dato proporcionado por el historiador Carlos A. Palacio. Pero, en 1976 fue corregido en una entrevista concedida por María Teresa a González Bayolo, en presencia del GM Silvino García.
Dotada de una inteligencia superior, fue una niña prodigio en varios campos, entre ellos la música (tocaba la mandolina y el violín) y el ajedrez. Aprendió a jugar cerca de los ocho años y ya en 1914 se coronó en el torneo infantil provincial, donde participaban niños de ambos sexos.
En 1916 le ganó un match al campeón de Washington, Edward Everett, en una visita realizada a La Habana. En esa oportunidad obtuvo tres victorias, una derrota y tres tablas. El propio Everett la dio a conocer en el American Chess Bulletin, de enero de 1917, en un artículo titulado Havana has another prodigy.
MEDIO JUEGO
Tal y como se esperaba, María Teresa rápidamente se hizo sentir en el mundo cubano de las 64 casillas, que no estaba adaptado a ver a una mujer frente a un tablero.
En 1917 comenzó a participar en torneos masculinos (ella era la excepción) contra los mejores jugadores de Cuba. Entre los resultados más importantes de la época se encuentran: primer lugar en la Copa Bohemia (1918-1919); venció en un match a José Van Der Gutch, en 1921, y consiguió tres victorias, dos derrotas y dos tablas; luego, ganó en otro match a Guillermo López, obteniendo cuatro éxitos, dos reveses y un empate; lideró el torneo Navidad (1921-1922).
SIMULTANEANDO CON CAPABLANCA
Poco a poco, María Teresa, la niña amante del violín, se abrió paso en el juego ciencia, ganando prestigio entre los jugadores de la época. Su mentor era el doctor Rafael de Pazos, pero como preparación para el congreso de ajedrez de Londres (1922) recibió clases directas de José Raúl Capablanca.
Ese congreso comprendía un torneo femenino. Según opinión generalizada y, en especial, del propio Capablanca, María Teresa en ese entonces era la jugadora más fuerte del mundo.
En 1920, Capablanca publicó el libro My Chess Career, en el que hacía referencia al descubrimiento y relación con María Teresa.
“Había en La Habana una joven de 12 a 14 años que me interesaba mucho. No solo era inteligente y modesta en todos los aspectos, sino que además jugaba muy bien al ajedrez. Creo que hoy día es probablemente la jugadora más fuerte del mundo, aunque solo tiene quince o diecisiete años. Me ofrecí a darle unas cuantas lecciones antes de zarpar”.
No obstante, María Teresa no pudo asistir a la cita de Londres porque el Gobierno no le costeó el viaje. Vale aclarar que jugadoras que luego fueron superiores no habían despuntado aún, como Vera Menchik o Sonja Graf.
La capitalina, graduada de bachiller de Ciencias y Letras, venció a Capablanca en exhibiciones de simultáneas, jugando en consulta con el doctor Pazos. Se considera una continuadora del estilo posicional de Capablanca, haciéndose evidente que el surgimiento del campeón mundial cubano no fue un hecho aislado y, que en Cuba, podrían forjarse nuevos talentos.
Igualmente, en simultáneas, le ganó a uno de los maestros más fuertes del planeta, Reuben Fine.
CÚSPIDE Y RETROCESO
Los años ‘20 fueron su mejor momento. De acuerdo con el historiador Carlos A. Palacio, María Teresa ganó la Copa Dewar en 1922 y así se lo confirmó ella a González Bayolo en la ya mencionada entrevista de 1976.
La Copa Dewar era considerada como el Campeonato Nacional Masculino o, en este caso, sin distinción de sexo. No hay más detalles de ese certamen.
Ese fue su periodo cumbre. Después, su participación en eventos competitivos fue más esporádica.
Cuando intervino en el Campeonato Mundial de Buenos Aires, en 1939, su nivel había disminuido. Allí compartió los puestos séptimo y octavo, entre 20 competidoras.
En el Mundial de Moscú (1949-1950) ocupó los lugares décimo y onceno entre 16 trebejistas, aunque tuvo la satisfacción de hacer tablas con la que posteriormente sería campeona mundial, Elisaveta Bykova.
No obstante, desde 1938 que ganó el primer Campeonato Femenino de Cuba hasta 1960 que se retiró, ostentó el título de Campeona Nacional Invicta. Nunca perdió en el país contra una mujer.
LOS FINALES
María Teresa recibió en 1950 el título de Maestra Internacional, siendo la primera de Iberoamérica.
El historiador Jesús González Bayolo rescata una anécdota que le contó el GM Silvino García: “En el Torneo Interorganismos, de 1960, organizado por el Che, María Teresa le ganó una partida al fuerte jugador Eldis Cobo. La felicitó por la victoria, aunque terminó algo enrojecido por haber perdido frente a una mujer. Entonces, María Teresa le dijo en voz baja: ‘Ay, qué pena, cómo le he ganado’”.
María Teresa Mora falleció el 3 de octubre de 1980, próxima a cumplir 78 años. En su honor se celebra un torneo de ajedrez que lleva su nombre.
La idea surgió en plena pandemia, abril de 2020, a fin de hacer un evento netamente femenino que incentivara la práctica del ajedrez desde edades tempranas.
“Nació así esta copa online para homenajear a la figura de María Teresa Mora, alumna de José Raúl Capablanca y la primera WIM en Hispanoamérica. Es también un reconocimiento a las ajedrecistas cubanas, por su entrega, dedicación y resultados deportivos. Y por supuesto, es nuestro regalo a las madres, quienes festejarán su día el domingo 10 de mayo”, declaró a Cubadebate la WGM Lisandra Ordaz, el 29 de abril de 2020.
“Ya están inscriptas 10 selecciones, de cinco integrantes cada una. Sobresale una mezcla generacional, pues el ajedrez es un puente de comunicación que une a las personas”, agregó Ordaz.
Por otro lado, hasta el momento, no existen evidencias de que la figura de María Teresa haya sido la inspiración de la miniserie Gambito de dama. De lo que sí hay muestras fehacientes, es del legado que dejó en las venideras generaciones de ajedrecistas, sobre todo en el sector femenino.
Demostró al mundo, a principios del siglo pasado, que el ajedrez no era exclusivo del sexo masculino y que las mujeres podían jugar contra los hombres, en igualdad de condiciones.
Tras su retiro comenzaron los primeros campeonatos femeninos del periodo revolucionario, iniciando el camino que luego recorrerían Asela de Armas; Vivian Ramón, primera WGM de Iberoamérica; Maritza Arribas; Lisandra Ordaz, quien ostenta el título de Maestro Internacional, sin distinción de sexo, entre muchas otras que hoy nos representan en torneos foráneos, olimpiadas o campeonatos mundiales.