La jugadora con más títulos en lides nacionales asegura que le motiva luchar para su regreso al trono femenino de la Isla.
MARITZA Arribas no necesita recordar con exactitud cuándo fue la primera vez que se sentó frente a un tablero de ajedrez. Lo hizo, como casi todos los niños, “embullada” por un nuevo entretenimiento, sin imaginar que años después estaría preparándose para enfrentar el campeonato nacional número 37 de su exitosa trayectoria.
«Ya ni llevo esa cuenta… los nacionales son parte de mí y jugarlos me motiva», dice la santiaguera a punto de cumplir 54 años, para quien el Juego Ciencia representa una pasión indescriptible que crece ante cada torneo.
«Me gusta la competencia. En algunos momentos he estado un poco “en baja” y no siempre han sido buenos los resultados, pero esa adrenalina que generalmente te invade cuando te bates en el tablero me agrada… me motiva», asegura quien exhibe la mayor cifra de títulos en los clásicos femeninos de la Isla.
Maritza conquistó la primera corona en 1992 y desde entonces ha redondeado 11 reinados, con una cadena ininterrumpida entre 2001 y 2004, solo superada por la que eslabonó la ya fallecida villaclareña Acela de Armas de 1973 a 1977.
Su último ascenso al trono data de 2015 y aunque desde entonces le sucedieron varias integrantes de las más jóvenes generaciones, siempre ha estado entre las favoritas, como sucederá en la justa que arrancará el venidero 6 de febrero en Santa Clara.
«Disfruto de la rivalidad, ahora con la diferencia de que a mi edad asumo cada partida de una forma un poco más conservadora, dosificando las energías, que por lógica no son las mismas», asegura la también dueña de más títulos juveniles y habitual en las selecciones olímpicas de la Isla.
Precisamente de su inclusión en el equipo para la Olimpiada de Budapest 2024, guarda agradables sensaciones. Entonces protagonizó un buen desempeño individual defendiendo el segundo tablero, al archivar cinco victorias, dos tablas e igual cantidad de derrotas.
«Me sorprendió mucho esa convocatoria y me tocó un poco la tarea de apoyar, por mi experiencia, ayudar a sacar el extra y cada vez que sea necesario, lo haré. Siempre estoy dispuesta para apoyar a las jóvenes y lista para cualquier torneo si el equipo me necesita», agregó convencida.
Aunque sin dejar de asumir retos como la inminente justa nacional y otros certámenes clasificatorios para la copa del mundo, Maritza valora una mayor participación durante el presente año en los eventos de categoría sénior (más de 50 años).
«Quiero jugar varios de esos torneos durante la temporada y estudiar un poco más. Es una categoría que está tomando mucho auge en el mundo y quiero probarme ahí… me voy a preparar para eso», adelanta motivada porque varias maestras de alto nivel a las que enfrentó en su etapa como juvenil incursionan en estos certámenes.
«Mientras haya ajedrez, Maritza va a estar frente a un tablero y buscando ganar», ratifica feliz y lista para dar batalla a las jóvenes figuras que han seguido sus pasos.