En la más occidental de las provincias cubanas, son varios los centros y espacios públicos que llevan el nombre del Apóstol, a manera de merecido homenaje al amigo, el periodista, el defensor de la independencia, el eterno enamorado de Cuba.
El más famoso quizás es el Parque Martí, que muestra al Maestro extendiendo la mano, como mostrando el camino a seguir de todos los que lo visitan. Ubicado en el entorno del sitio fundacional del poblado de Pinar del Río, es sitio preferido por todas las generaciones para sentarse y disfrutar de la brisa que corre entre los árboles que lo rodean.
José Martí ha dejado una huella indeleble en todos los cubanos. Sus ideas son referente y su visión la guía para continuar defendiendo esta inmensa obra. A más de un siglo de su muerte recordamos las sentidas palabras que inspiraron en él, el asesinato de los ocho estudiantes de medicina, y que al leerlas sentimos también como si las hubiera escrito pensando en él mismo:
“(…) Cuando se muere / En brazos de la patria agradecida, / La muerte acaba, la prisión se rompe; / ¡Empieza al fin, con el morir, la vida! (…)”
Texto: Escrito por Dayelín Machín Martínez
Todo muy bien menos la tarja en la columna con el nombre de Marti que aparece deteriorada.