La cima de tres mogotes ubicados en la Sierra La Guasasa, justo en la carretera que permite el paso entre el Valle de Viñales y el Valle San Vicente, constituye el único punto posible desde el cual se observa sin confusión la figura del Héroe Nacional José Martí en Pinar del Río.
Al año 1971 se remonta la referencia más antigua del fenómeno, cuando Onaney Muñiz, investigador de Botánica del Instituto Nacional de Geografía, realizó una excursión al lugar conocido como el Sitio del Infierno.
“…Yo soy bueno, y como bueno, moriré de cara al sol…”, son los versos que parecía leer la naturaleza el día que los escribió El Apóstol, pues las elevaciones se colocan de tal manera que parecen dibujar la frente, la nariz, el bigote y la barbilla del artífice del Partido Revolucionario Cubano y de la Guerra Necesaria, mirando el sol.
Para mayor coincidencia es posible observar a la izquierda de la formación una palma real, símbolo de Cuba, y a la derecha un pino, insignia de la provincia más occidental.
Estudios realizados refieren que las protuberancias de esos accidentes geográficos oscilan entre los 350 y 440 metros de altura.
Única de su tipo en el país, esta alusión evoca el espíritu del cubano más universal, que nació el 28 de enero hace 170 años; y los versos de su poema Odio la máscara y vicio así lo indican:
“(…) Duermo en mi cama de roca
Mi sueño dulce y profundo:
Roza una abeja en mi boca
Y crece en mi cuerpo el mundo (…)”.
Algunas fuentes afirman que Federico García Lorca, poeta y dramaturgo español, en su paso por el Valle de Los Jazmines comparó las montañas con una manada de elefantes dormidos.
De la misma forma, teniendo en cuenta la apariencia de diversas elevaciones, muchos pobladores vueltabajeros han nombrado otros puntos del paisaje que la naturaleza creó caprichosamente.
Sin embargo, ninguno de ellos alcanza la peculiaridad y autenticidad del mogote que concibe eterna la figura del autor de La Edad de Oro.