Algunas personas suponen que el bostezo es reflejo de aburrimiento o falta de sueño, y no es tanto así, se considera como regulador de la conciencia del sentido del yo, al ser más introspectivo. El bostezo es un relajante que permite regular la temperatura del cerebro y estirar los músculos faciales. Investigaciones han demostrado que intervienen en ese acto varios neuroquímicos, incluyendo la dopamina que estimula la producción de oxitocina en el hipotálamo y el hipocampo, áreas esenciales para la recuperación de la memoria.
Se ha argumentado que es una forma primitiva de empatía. La mayoría de los mamíferos bostezan como mecanismo para la regulación de los comportamientos relacionados con la supervivencia: los perros casi siempre bostezan antes de atacar, los deportistas ante una competencia, pues ayuda a realizar la actividad con mayor eficiencia.
Es aconsejable bostezar cuando te despiertas, si estás estresado, si te enfrentas a un problema, si sientes ira o estás ansioso te ayuda a liberar esos sentimientos.
Hay que tener en cuenta que el bostezo excesivo (el que se produce con más frecuencia de lo habitual), puede estar vinculado a problemas de salud, pues se considera que las personas con tumores en el cerebro, epilepsia o esclerosis múltiple a menudo lo experimentan. Si son verdaderamente frecuentes llégate a la consulta del médico.