La Biomodulina T se introdujo en el combate contra la COVID-19 desde el 3 de abril último, y ya se ha aplicado en más de cinco mil adultos mayores de 60 y más años, en centros de aislamientos para viajeros y en hogares de ancianos, informa Mary Carmen Reyes, jefa del Grupo de Ensayos Clínicos del Centro Nacional de Biopreparados (BioCen).
Una de las experiencias más promisorias lo constituye su empleo en pacientes internados en el Hogar de Ancianos No. 3, de la ciudad de Santa Clara, donde ocurrió un lamentable incidente de transmisión local del sars-cov-2, refiere el periódico Granma.
Junto con la adopción de otras medidas adicionales, se logró contener el brote, lo cual ejemplifica la función profiláctica de este medicamento t en el enfrentamiento a la enfermedad, al ser un probado modulador del sistema inmune, aseveró Reyes.
Desde la obtención de su registro sanitario en 1994, el fármaco ha sido empleado básicamente en el tratamiento de infecciones respiratorias a repetición en el adulto mayor, con excelentes resultados de eficacia y seguridad avalados por ensayos clínicos, publicaciones, y más de 20 años de uso en la práctica médica en Cuba.
Fabricado a partir de 2008 por el BioCen, perteneciente al Grupo Empresarial BioCubaFarma, se trata de un inmunomodulador biológico de origen natural, no hemoderivado, que se aplica por vía intramuscular y endovenosa, tiene acción citorestauradora y su primordial indicación se concentra en pacientes con disfunción inmunológica, sobre todo de tipo celular, asociada al deterioro gradual del sistema inmune provocado por el envejecimiento (el denominado proceso de inmunosenescencia).
Según Reyes, su acción principal consiste en estimular la producción de linfocitos t y en robustecer la diferenciación de las células linfoblastoides del timo.
Un estudio reciente publicado en una revista de alto impacto que evaluó, por citometría de flujo, los cambios en las poblaciones linfocitarias de pacientes ancianos tratados con el referido fármaco, corroboró que contribuía de manera apreciable a la restauración inmune en pacientes de edad avanzada.
Igualmente, la Biomodulina T tiene amplias posibilidades de uso en otras inmunodeficiencias o inmunopatologías; y existen reportes en la literatura de su uso en afecciones autoinmunes, como la Esclerosis Múltiple, la Artritis Reumatoide y otras enfermedades reumáticas. El producto se ha empleado también con éxito en portadores de Hepatitis b, en Enfermedad de Crohn, en Enfermedad de Behcet y en Uveitis Anterior.
En 2009, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed) emitió una autorización temporal de uso de la Biomodulina T en pacientes pediátricos con diagnóstico clínico-inmunológico de inmunodeficiencia primaria con Hipoplasia Tímica.
Actualmente se encuentra en ejecución un ensayo clínico fase III promovido por el BioCen y llevado a cabo en el Instituto de Hematología e Inmunología, en niños con Hipoplasia Tímica asociada o no a inmunodeficiencia celular, para traducir toda la experiencia empírica, acumulada por inmunólogos y pediatras, en evidencia científica y estandarizar los esquemas de dosis, destaca el diario.
También hay otro ensayo clínico fase II-III en marcha en la provincia de Mayabeque, dirigido a evaluar la eficacia y la seguridad de la Biomodulina T como terapia complementaria al tratamiento antirretroviral en pacientes con VIH/SIDSA.