La doctora Yania Mercedes Herrera Arencibia ha cumplido una misión internacionalista, como parte del contingente Henry Reeve, y ahora decidió marchar hacia Matanzas junto a otros 26 profesionales de la Salud Pública para contribuir al combate de la COVID-19.
Con la premisa de que Cuba es una sola, no lo pensó dos veces para integrar este grupo de pinareños los cuales partieron hoy rumbo a la provincia epicentro de la pandemia de la Isla.
La experiencia también de un mes de quehacer en la Universidad de Ciencias Informáticas, uno de los centros asistenciales en La Habana para contagiados con el virus SARS-CoV-2, y en zona roja en Pinar del Río, la dotan de suficiente «fogueo» para brindar su apoyo solidario en momentos en que la nación así lo requiere.
Confiamos en que se pueda controlar la enfermedad en ese territorio y para eso decidimos sumarnos a los que en el país ya lo han hecho, apuntó la especialista en Medicina General Integral y diplomante en Cuidados Intensivos, quien labora en el policlínico Pedro Borrás Astorga, de la ciudad capital.
Sin fecha de regreso definida, igualmente Dixan Hernández Martínez, licenciado en Enfermería, estuvo movido por sentimientos de solidaridad y humanismo para acompañar a la llamada Atenas de Cuba en una batalla por la salud del pueblo que se ha tornado compleja.
El índice de contagio es muy elevado en esa provincia y haremos todo lo necesario para sacarla de esta situación, como el Henry Reeve nos ha enseñado siempre, dijo.
Otros 14 profesionales partieron hacia Matanzas a comienzos del mes de julio para dejar su huella en el enfrentamiento a un enemigo invisible y peligroso.
Asimismo, esta mañana se creó una brigada de 21 jóvenes médicos del hospital provincial Abel Santamaría Cuadrado, listos para viajar al epicentro de la pandemia o a donde sean demandados sus esfuerzos, una muestra de que Cuba somos todos.