El presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a través de un mensaje virtual dio la bienvenida a la patria a los 160 colaboradores de la brigada médica cubana del Contingente Henry Reeve que colaboraban en México en el enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19.
Un tercer grupo integrado por 124 galenos de la brigada del contingente internacional de médicos especializados en desastres y graves epidemias Henry Reeve, que partió hacia México en diciembre último para enfrentar la grave situación sanitaria generada por la COVID-19 en ese país, regresó este lunes a Cuba.
A su llegada al aeropuerto internacional José Martí, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, mediante videomensaje, les dio la bienvenida a la Patria y los aclamó por el trabajo realizado, que recibió el reconocimiento de la Secretaría de Salud, de la Secretaría de Defensa Nacional y del Gobierno de la Ciudad de México, por su destacada labor durante los tres meses de servicio.
Integrada por médicos generales integrales, especialistas, licenciados en Enfermería y Electromedicina, el grupo cumplió la misión encomendada en las unidades operativas de hospitalización temporal Chivatito, Campo 1ra. y Sexto Batallón de Morteros.
Allí atendieron a 408 pacientes sospechosos o confirmados con el SARS-COV-2, de los cuales fueron ingresados 295 y egresados 263. Realizaron 64 707 procederes y acciones de Enfermería, salvaron 216 vidas y rehabilitaron a 249 pacientes. Además, trabajaron en acciones de prevención, con 1 586 capacitaciones sobre las medidas de bioseguridad.
El licenciado en Enfermería, Felipe Águila Reyes, quien también integró la primera gran brigada que prestó servicio en México en 2020, y tuvo la dicha de compartir con su hijo doctor las dos etapas, destacó los gestos de gratitud recibidos por los pacientes atendidos, muchos de ellos salvados por la intervención de los cubanos. Significó que, al llegar a tierras mexicanas, la mortalidad en el hospital donde los ubicaron era de 30 fallecidos diariamente, y que, al término de la misión, se redujo a cero.
El doctor Carlos Santana Tamayo, jefe de la brigada, reconoció el sacrificio y la dedicación de sus integrantes, quienes permanecieron todo el tiempo trabajando en zona roja, y reafirmó la disposición de continuar en el enfrentamiento a la COVID-19, donde sea necesario.