México comenzará a envasar la vacuna Sputnik V, fabricada por Rusia, anunció hoy el zar antipandemia Hugo López-Gatell, lo que permitiría dar un vuelco al ritmo de la inoculación en el país, que los expertos consideran hasta ahora insatisfactorio.
México está aplicando un promedio de 400.000 dosis por día, para llegar a las 15,5 millones, la mayoría con el esquema incompleto (una de dos ampollas), lo que abarca al 9,5% de la población total, de 126 millones de habitantes. El viceministro de Salud, Hugo López-Gatell, informó ante el presidente Andrés López Obrador que a partir de junio próximo comenzará a realizarse en México la etapa final de la producción de la Sputnik V, se prevé envasar en México la vacuna rusa Sputnik V.
«Esto está perfectamente organizado», afirmó López-Gatell, quien dijo que el proceso estará a cargo del laboratorio mexicano Birmex, y que la vacuna podrá ser exportada también a otros países. El funcionario dijo que el acuerdo se deriva de conversaciones que sostuvo en enero pasado con el gobierno Argentina, que intercedió ante Moscú para que la dosis rusa llegara a territorio mexicano.
«A partir del 30 de marzo, empezamos un proceso muy acelerado con reuniones a veces de más de una vez por semana, donde participó el Fondo Ruso de Inversiones Directas», señaló.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard, que realiza una gira por Estados Unidos, Rusia, La India y China, explicó el fin de semana pasado en entrevista con la prensa rusa que su país y Rusia trabajaron duro para poder convenir el envasado del antígeno. Como parte de estas conversaciones, el gobierno ruso podría también apoyar a través de sus organismo científicos al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que encabeza la investigación de la primera vacuna mexicana, bautizada como Patria, que está en primera fase de experimentación en personas.
Ebrard hizo un reconocimiento a «la calidad de la tecnología rusa, que sin duda es una de las mejores vacunas de las que hoy están disponibles en el mundo». El biológico ruso es elaborado por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya y cuenta con una efectividad del 91,6%. El gobierno estadounidense ha alertado a México sobre la llamada «diplomacia de las vacunas» desplegadas por Rusia y China, que entregan los antídotos «bajo condiciones» y con «intereses políticos» de por medio. «Incluso prometen un número y no es lo que dan», advirtió Juan S. González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, en declaraciones al diario Milenio.
Rusia ha negociado con México la entrega de 24 millones de inyecciones Sputnik-V y China otros 35 millones de Coronavac y CanSino. México tiene acuerdos para adquirir 34,4 millones de dosis de la firma estadounidense Pfizer, 77,4 millones de la anglosueca AstraZeneca, 35 millones de la china CanSino, 24 millones de dosis de la rusa Sputnik V y 51,5 millones de la plataforma Covax de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Estados Unidos en cambio accedió apenas en días pasados a enviar a México 2,5 millones de vacunas de AstraZeneca, que ha sido acusada por Washington de falsear datos de sus ensayos clínicos y por la Unión Europea de provocar en la coagulación. México también acordó envasar en el laboratorio mexicano Liomont la vacuna del gigante anglo sueco AstraZeneca, cuya sustancia activa es producida por Argentina, en un acuerdo que involucra ambos gobiernos y al magnate de las telecomunicaciones Carlos Slim.
Además en otro laboratorio de la compañía local Drugmex se está envasando la vacuna china CanSino. Sin embargo, en ambos casos, el proceso hasta ahora ha sido demasiado lento debido, según expertos, a la prohibición de Estados Unidos y otros países de la exportación de insumos para las vacunas como los viales y las agujas hipodérmicas.
«Somos el primer país en completar el proceso de envasado de vacunas contra Covid-19 en toda América Latina», presumió la Cancillería luego que el 23 de marzo pasado salió el primer lote de 940.000 biológicos de CanSino de la planta de Drugmex en la ciudad de Querétaro, vecino a la capital.