México es mucho México. Y no se anda con chiquitas. Aquí todo es a lo grande. Si faltaba una prueba, la celebración del Grito de Dolores en el año del Bicentenario la puso.
Deslumbrante juego de luces y fuegos artificiales iluminaron la noche de la víspera, en la céntrica plaza del Zócalo, rebosante de imágenes y símbolos prehispánicos, pero también de figuras de próceres animados por video mapping, mientras por el audio local se escuchaban los temas más populares de la música que identifica a las diversas regiones del país.
Ni un espectador en la Plaza a causa de la epidemia de COVID 19, pero sentimentalmente desbordada de espíritus libertarios. Y con un notable aliento latinoamericanista. Para quien no lo notara, hubo una sola cantante y un solo tema: el muy revolucionario canto «Latinoamérica» de Calle 13 en la voz de Lila Downs (1).
Andrés Manuel López Obrador, AMLO para los mexicanos, había anunciado sorpresa para esa noche que tradicionalmente el pueblo celebra hasta fatigarse en todas las plazas principales del país, y había muchas expectativas en sus compatriotas, porque lo de juntarse en el Zócalo es algo que sólo no ha ocurrido en los últimos dos años. Las estadísticas de la covid 19 son alarmantes aquí, donde ya se acumulan más de 200 mil muertes y más de 30 millones de contagios.
Dicen que hubo decenas de capitalinos que insistieron en saltarse las vallas, nostálgicos por su fiesta mayor en año de bicentenario independentista. Pero no hubo concesiones. Las fiestas se hicieron en la intimidad de los hogares, con la misma disciplina con la que los propios habitantes de la Ciudad de México llevan sus cubrebocas a toda hora y en todas partes. Y a las 11 en punto hasta los más reacios a poner la televisión, se engancharon con la trasmisión del acto conmemorativo.
AMLO y su esposa Doña Beatriz Gutiérrez Müller, asomados al balcón presidencial del Palacio de Gobierno, guardaron un minuto de silencio por todas las víctimas de la omnipresente pandemia. Después vinieron sus palabras, tan suyas, tan iguales y tan diferentes a las de los presidentes anteriores. Iguales en los tres vivas a México y la mención a los padres de la nación. Diferentes en la mención a los anónimos, en los vivas a la honestidad,la igualdad, el amor al prójimo… Después ondeó en las manos del Presidente el tricolor pabellón nacional. Y comenzó la sorpresa, ese derroche de luces, color, pero especialmente de culto emocionado a la gran nación que este pueblo laborioso y noble, apasionado y solidario, levantó por sobre las cenizas que dejaron tres siglos de colonialismo.
La estatua en honor a Colón ya no está en el gran Paseo de la Reforma. En su lugar se pondrá, al menos temporalmente, la cabeza de una mujer tolteca. Es una de las acciones promovidas por la jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, nombre que se cita en México junto al del canciller Marcelo Ebrard como posibles candidatos de Morena para la presidencia para dar continuidad al ya histórico sexenio de AMLO.
Foto: Cortesía Presidencia México
Hoy México ha dado la bienvenida y la condición de invitado especial al Primer Secretario del PCC y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz Canel Bermúdez, para que él, su esposa Lis Cuesta y varios representantes del Gobierno cubano le acompañen en la presidencia del Desfile cívico militar por el Bicentenario de la independencia. Cuba hablará al gobierno y pueblo mexicanos, que han sido sus hermanos desde los días fundadores de las revoluciones de ambas naciones.
Mañana, México acogerá a las naciones que integran la esperanzadora CELAC. La VI Cumbre de ese mecanismo integrador que se forjó en otra cumbre mexicana en Cancún en 2010, promete novedades que apuntan a reforzar al grupo imprescindible a los sueños de Latinoamérica.
Son hechos que la historia recogerá cuando estos años pasen, pero ya emociona hasta la raíz del alma el modo deslumbrante y bravo en que el México, libre hoy como siempre y más soberano cada vez, desafía presiones que ni imaginamos y abraza a las naciones hermanas de Latinoamérica.
(1) Ana Lila Downs Sánchez, más conocida como Lila Downs, es una cantante, compositora, productora, actriz y antropóloga mexicana. Además de cantar en español e inglés, también interpreta melodías en diversos idiomas nativos de su país, como mixteco y zapoteco, así como maya, purépecha y náhuatl.