Mijaín López Núñez es un referente para el movimiento deportivo cubano y mundial. El año que recién concluye, lo selló con su última participación en una gala del deporte pinareño como atleta activo.
Fue esa la oportunidad para que el pueblo de Pinar del Río ovacionara al líder que es; al Héroe de la República de Cuba; al “negrón” humilde que lleva en sí, la gloria de su padre Bartolo y la firmeza de su progenitora Leonor.
Ya no estará más encima de un colchón, y eso le trae nostalgia, pero no remordimiento, porque sabe que ha cumplido con creces. Ahí están sus cinco títulos bajo los cinco aros, su pentacampeonato mundial, y su paso invicto por los torneos Centroamericanos y Panamericanos en el área.
López quiere ir por más desde el descanso activo, como embajador del movimiento deportivo cubano. De la misma forma que derribó a gigantes, ahora quiere burlarse del bloqueo desde esta nueva posición como embajador del deporte revolucionario, y ser figura que ayude a mejorar las condiciones del mismo con sus experiencias en los diferentes comités olímpicos internacionales a los cuales ha sido invitado, en busca de ampliar los nexos de amistad.
Con el recuento de una vida apegada a su gente, con ese amor de niño a la familia el “Ébano de Herradura” deseó un próspero año nuevo para todo su pueblo pinareño y cubano.
Última gala como deportista activo en Pinar del Río. Cuéntame de las sensaciones en este final
“Sensaciones muchas. Creo que fue algo muy grande el poder estar aquí, compartir con tantas figuras de nuestro deporte, una provincia que ha dado mucho talento y muchos resultados a nuestro país. Contento de poder estar con la familia, contento de poder estar con varios profesores que me iniciaron en mi carrera deportiva, y opino que fue una gala especial por los requisitos que tuvo. Confieso que me hicieron hasta llorar, todo el sentimiento que había en una historia, una carrera deportiva.
“Pienso que fue un término muy feliz, un término en el que el pueblo sabe la gratitud que tiene, todos los resultados míos, que siempre se los dediqué al pueblo, por eso es que me siento tan bien”.
Treinta dos años se dicen fáciles, pero no lo son. ¿Cómo recuerda ese primer momento, la llegada a la Eide?
“Con un cariño grande de verdad. El regocijo de querer ser grande. Fueron momentos, como decías, duros, en medio del periodo especial. Uno tenía que entrar, hacérselo todo, separado de la familia, que tenía que hacer mucho para que nosotros pudiéramos salir adelante, pero pienso que con la ayuda de la familia, con la ayuda de los mismos profesores, los mismos maestros, los tíos en la beca se logró.
“Ellos nos ayudaban a ser cada día mejor en el estudio, cada día mejor en cada uno de los entrenamientos. Creo que eso fue lo que me ayudó a ser hoy el atleta que soy para el mundo. Disciplina y entrega claves en estos 32 años de carrera deportiva. Una travesía en la cual disfruté mucho, pero bueno, todo ese propósito lo tiene que poseer el atleta para poder alcanzar esos resultados, eso fue lo que me ayudó a hacer cada día mejor.
“Por eso es que siempre digo que hay que agradecerle a cada uno de ellos que fueron continuidad en todo el desarrollo mío, en cada uno de los momentos que tuve que enfocarme: en las distintas etapas de competición, de clases, de estrés, como decimos nosotros, pero creo que eso ayudó a formar el carácter, y en eso agradezco a mi difunto padre, que me impulsó y dio ánimo, me inculcó valentía y resistencia. Por esta razón, aquellos que me siguieron o siguen en la actualidad, deben estar contentos de haber sido partícipe de lo que logré”.
El mundo se ha rendido a tus pies, pero tú sigues con la misma humildad de ese niño que salió de Herradura y al cual Bartolo le dijo “si quieres ser luchador, adelante”
“Esa es la esencia de lo que me hace más grande. Lo obtenido, nadie me lo regaló, pero seguiré con esa forma guajira de ser así, del pueblo, de esa sencillez, con la humildad que tengo, pues ese soy yo, por eso el mundo entero reconoce mi trabajo, porque aunque he tenido resultados en mi carrera deportiva, el corazón es uno, el corazón está en el buen andar. Lo único que he transmitido es amor en mi deporte, amor en mi carrera deportiva y amor en toda mi trayectoria. Mi camino en la historia de mi carrera es sacrificio y amor”.
En estos días se vio una foto posteada en tus redes entregando una medalla a tu hijo. Cuéntame de esta otra versión, ¿hay ADN ganador en ese muchachón?
“No quería que fuera luchador, porque como decía, el deporte de nosotros es un deporte muy fuerte, muy traumático, en el cual hay que prepararse bastante para estar bien física y psicológicamente. Pero mi niño me dijo que quería ser luchador, persiguiendo mis pasos, entonces le dije que tenía que ser una persona, como mencionaba, guapa, convencida de lo que quiere hacer en su vida
“Estuve un mes tratando de convencerlo, pero nada, ahí está, ya es luchador. El niño mío es habanero, pero para que sepa qué difícil es ser deportista, lo mandé para Matanzas. Ser hijo de Mijaín no significa tener privilegios. ¡Tiene que guapear! Cuando se lo dije me preguntó: ‘¿Papá, por qué debo irme para allá?’ Le dije:
“Para que sepas cómo se aprende de verdad. Puedes ser un gran campeón, pero empezando con sacrificio, ya que tu padre desde temprana edad, lo hizo igual. Así aprendes a cuidarte tú solo, para que sepas hacer las cosas como son, como se enfrenta un verdadero campeón a la vida.
“Si fui a esa premiación, es un mérito de él. Se lo ganó, porque lo ha sabido hacer bien. Yo le digo, ‘no tienes que mirarte en la meta mía, solamente quiero que hagas las cosas como tiene que hacerlas’, o sea, ser muy respetuoso, que sea buena persona, muy disciplinado en el deporte, y que me regale una medallita.
“No es porque sea mi hijo, pero es un joven muy talentoso. Tiene tamaño, tiene peso, tiene deseo de hacer cumplir los objetivos y, bueno, tiene a su padre que lo va a ayudar en todo, su mamá también, que fue deportista. Creo que solo hay que ayudarle a cumplir sus resultados, solamente es ayudarle, apoyarlo en cada una de sus metas”.
Como antes ha dicho, después del retiro quiere dedicarse a dirigir, a entregar tus conocimientos. ¿Es dirigir la lucha o buscar la manera de defender la Federación, ayudar al deporte de una forma como embajador del Deporte Cubano?
“Es eso, ser embajador del deporte cubano en el mundo. A través de las áreas internacionales apoyar el deporte de una forma, ya que a veces con el bloqueo, no podemos hacer cosas que necesitamos, por ejemplo, centros de entrenamientos que tanta falta nos hacen”.
¿Qué piensas de que otros atletas cubanos que están en otros países puedan representar a Cuba con el traje de las cuatro letras nuevamente?
“Eso es algo muy bonito, como decía, nosotros no podemos olvidar nuestras enseñanzas, donde nacimos, creo que pueden regresar a nuestro país. Tenemos que luchar por conseguir eso, porque nuestros atletas vuelvan, pues pienso que todos los logros que hayamos tenido, la mayoría son de atletas a nivel mundial, pero fueron aprendices aquí, en Cuba. Creo que es poder ir demostrando al mundo lo grande que es este sistema deportivo cubano, y venir aquí es la mejor prueba de ello”.
Se retira un grande y deja un mensaje al pueblo de Cuba y al pueblo pinareño de manera especial
“Solamente darle al pueblo de Cuba gracias. Muchas felicidades. Muchas felicidades en el año 2025. Decirle que ha sido un año muy intenso, un año en el cual hemos tenido que pasar muchas cosas, pero los pensamientos son de seguir guapeando, seguir haciendo las cosas bien. Le deseo en lo profesional cosas buenas para nuestras vidas, que sean positivas en todos géneros.
“Que den amor, mucho amor a sus familias, a sus hermanos, porque eso es lo más importante. Creo que el amor, la oportunidad que tenemos todos y ese deseo, nos llevará adelante.
“Para toda esta nueva generación que viene hoy, que luche mucho. Como nosotros, que sean embajadores de este bello país. A toda esa juventud que viene detrás de nosotros, gracias. Tengo confianza en ustedes y esperanza que este 2025 va ser un año mejor”.