Mijaín López, el mito viviente de la lucha grecorromana de Cuba y el mundo, enfocará todos sus esfuerzos en conquistar su cuarto título olímpico en Tokio, divulga hoy domingo el sitio digital Jit.
Mi compromiso personal y con el pueblo de Cuba está en Tokio, expresó el tricampeón olímpico en Beijing 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.
Próximo a cumplir 38 años, López remarcó que –pese a la pandemia del nuevo coronavirus- la rutina de entrenamientos «se mantiene, hago mi preparación física, con ejercicios, la marchita y algo de pesas».
La idea es controlar el peso y mantener los tonos musculares. Nada de colchón por ahora y no me preocupa. La experiencia y la maestría alcanzada, me permitirá recuperar las habilidades en poco tiempo, enfatizó vía telefónica a Jit, portal vocero del Instituto Cubano de Deportes (Inder).
López ostenta tres títulos olímpicos en la división más pesada de la lucha greco y pudiera convertirse en el único gladiador de la historia en colgarse cuatro preseas de oro olímpicas, en caso de imponerse en Tokio, cita que debió posponerse de 2020 para 2021 a causa de la pandemia.
El ya legendario luchador, nacido en la occidental provincia de Pinar del Río el 20 de agosto de 1982, aprovechó la ocasión para exaltar la figura de su antiguo entrenador Pedro Val.
Pedro fue un tremendo entrenador, el mejor para mí. Reconozco la obra de Alcides Sagarra (boxeo), Eugenio George (voleibol), Ronaldo Veitía (judo) y otros tantos. Él estuvo a ese nivel, explicó.
El gigante de Herradura, como conocen a la mole pinareña, recordó que «los seis oros olímpicos (de Cuba en la lucha) pasaron por sus manos».
Más adelante, descartó su participación en la cita del orbe programada para finales de año porque «no me reportaría nada que ya no tenga; solo servirá para que me estudien los rivales».
Ídolo de grandes multitudes en todo el planeta, Mijaín envió una cálida felicitación a todos los padres en su día.
Felicito a todos los padres de Cuba, en especial a los del deporte y la lucha, enfatizó.
Mijaín López, tricampeón olímpico, cinco veces titular mundial y en cinco ocasiones monarca de los Juegos Panamericanos, planeaba retirarse este año luego de competir en Tokio, pero el destino quiso que prolongara un poco más su excepcional carrera deportiva.
Ni siquiera el destino quiere que diga adiós al deporte quien para muchos es el mejor luchador de todos los tiempos.