Mijaín López es, sin lugar a dudas, el mejor deportista cubano de todos los tiempos. Sus cinco títulos mundiales y cuatro olímpicos no tienen discusión, como tampoco su predominio en la máxima categoría de la lucha grecorromana desde 2005 hasta ahora.
Ya con 40 años de edad, y tras conquistar su cuarto cetro estival en Tokio, el gigante de Herradura se encuentra alejado de los colchones.
Convertirse en el primer hombre en saborear la gloria olímpica cuatro veces le hizo tomar un alto en su carrera, pero como confesó en exclusiva para CubaSí, esto puede ser solamente un punto y seguido, no un punto final.
“Después de un año de descanso hay que ver cómo el cuerpo reacciona a los entrenamientos para ver si puedo continuar. Debo estar unos 10 o 15 kilogramos por encima de mi peso ideal, pero a lo largo de mi carrera siempre he podido rebajar cuando ha hecho falta, eso no me preocupa demasiado. Esa diferencia parece mucha, pero cuando uno empieza a entrenar, se baja sin muchos problemas. Con entrenamiento y dedicación regreso a mi peso, eso no me preocupa”.
Acompañado de sus hijos asistió como invitado especial a la gala del deporte cubano para premiar a los mejores atletas de 2022, en la que por primera vez en más de una década no es el principal protagonista. Sin embargo, le compensa el hecho de haber vivido “normalmente” los últimos meses.
“Este fue un año muy bueno para mí, necesitaba estar más tiempo con mi familia, con los niños. Después de 30 años de carrera deportiva, con mucho sacrificio, me vino muy bien esto luego de alcanzar mi cuarto título olímpico. También con esto recargo las pilas y con la motivación que tengo creo que puedo volver a los colchones”.
Esa es la tarea fundamental, lograr que despierte nuevamente esa ansia de triunfo que te convirtió en el luchador más dominante del mundo…
“Estoy motivado para retomar la carrera deportiva, ya lo conversé con el colectivo de entrenadores y quiero probarme a ver qué pasa, el cuerpo es el que me va a decir si puedo soportar las cargas de entrenamiento”.
Por supuesto, todo dependerá de cómo se sienta en el regreso, en este año que recién comienza, con compromisos importantes como los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador y los Panamericanos de Santiago de Chile.
Con cinco oros panamericanos y dos centroamericanos, Mijaín no tiene nada que buscar en las citas regionales, pero eso no significa que el año sea sabático. La presencia en la preselección de Oscar Pino, que se codea con los mejores de la división actualmente, puede ser su mayor acicate y su vara para saber si está listo para atacar ese sueño de convertirse en el único gladiador con cinco oros olímpicos, sin distinción de sexo. Recordemos que en la categoría femenina, la japonesa Kaori Icho (2004-2016) también eslabonó cuatro títulos estivales.
Esa debe ser su principal motivación, sentarse solo en el Olimpo para contemplar a los humanos, pero no será nada fácil, porque en París 2024 (del 26 de julio al 11 de agosto) nuestro gran campeón llegaría a cumplir 42 años de edad, el día 20 de agosto. Como siempre, todo está en sus poderosas manos, y su principal rival será él mismo una vez más. Si está en forma, el resto volverá a luchar para repartirse la plata y el bronce.