El monumento más triste de Budapest. En la ciudad de Budapest, a orillas del Danubio y muy cerca del edificio del Parlamento de Hungría, se ubica uno de los monumentos más curiosos y emotivos de Europa. No hay grandes estatuas ni banderas, solo 60 pares de zapatos de hierro oxidado plantados en el suelo. Los hay de todas las formas, estilos y tamaños, de hombre, de mujer y de niños, dispersos y abandonados. Todos tienen detrás una triste historia.
Son Los Zapatos del Danubio, que tanta curiosidad despiertan entre los turistas. Detrás de ellos, un poco más lejos de la orilla, hay una placa escrita en tres idiomas (húngaro, inglés y hebreo), en la que reza el siguiente texto: “A la memoria de las víctimas que fueron fusiladas junto al Danubio por los milicianos de las Flechas Cruzadas entre 1944 y 1945. Erigido el 16 de abril de 2005”.
La idea de este homenaje a los judíos húngaros fue del director de cine Can Togay, y la obra fue esculpida por Gyula Pauer. La tragedia a la que hace referencia comenzó en marzo de 1944, cuando el ejército alemán invadió Hungría, colocando a Ferenc Szálasi y a su partido fascista, la Cruz Flechada, en el poder.
Poco después empezaron los saqueos y los asesinatos a los judíos. Con frecuencia, grupos enteros de judíos de toda edad y condición eran alineados a orillas del Danubio. Allí se les ordenaba que se descalzaran y después eran asesinados a sangre fría con un disparo en la cabeza. Por lo que aquella visión de los zapatos abandonados a la orilla del río se convirtió para los aterrorizados habitantes de Budapest en la viva imagen del horror y la barbarie. En la actualidad muchas personas aún visitan este lugar para encender velas conmemorativas o depositar flores como recuerdo a sus familiares asesinados o simplemente como un gesto de solidaridad con las víctimas de aquellos crímenes.
CONSEJOS PARA ELLAS.
No vivas para tener la cocina brillante ni la comida hecha a su hora, tampoco te dediques a quitar todo el polvo de tus muebles ni a mantener ese piso como espejo. Deja los quehaceres de la casa, sal a pasear, ve a la playa o ponte a ver tus programas favoritos o sal a tomar un café con tus amigas, esto es importante también. La limpieza de la casa no dura, pero el tiempo compartido con los que amas queda para siempre. Cuando te dedicas solo a los quehaceres domésticos y a los que te rodean y te olvidas de ti, terminas agotada, con estrés y no disfrutas la vida. Por eso, préstate aunque sea un poco de atención, a tu vida, a tus gustos y necesidades. No lo dejes para la mañana, empieza hoy.