Celebrar los Derechos Humanos no debiera restringirse solo a un Día Internacional, sino constituir la realidad cotidiana de cientos de miles de personas que hoy en el mundo no son ni siquiera reconocidos como ciudadanos.
Dentro de esta triste realidad que incluye a más de 244 millones de migrantes y los 19 millones 600 mil refugiados en el mundo, las mujeres y las niñas, el llamado sexo débil, representan casi la mitad, según refiere la organización de las Naciones Unidas en su sitio web oficial.
Y es que la desigualdad en materia de género lacera en mayor medida a quienes no tienen patria, a quienes ahora mismo no pertenecen a ninguna ciudad o país, a quienes la guerra, el hambre, los enfrentamientos étnicos y religiosos, mueven de un lado a otro sin rumbo fijo ni esperanza visible.
Pero para las que crecimos en Cuba, aún en los difíciles tiempos del periodo especial o cuando el bloqueo del vecino del norte arrecia su odio, la realidad es tan opuesta como la noche al día y precisamente nos suena tan inverosímil leer sobre el tema porque aquí, a pesar del machismo heredado de las viejas ataduras coloniales, no existen hombres ni mujeres, negros ni blancos, solo seres humanos.
En la nación caribeña, el liderazgo, empoderamiento y participación plena y en condiciones de igualdad de la mujer es una realidad y el ordenamiento jurídico cubano consagra la plena equivalencia entre hombres y mujeres.
Actualmente, la mayor de las Antillas ocupa el segundo lugar en el mundo en cuanto al número de parlamentarias y el 53.22% de la Asamblea Nacional del Poder Popular cubana está formada por féminas.
Hoy, las mujeres cubanas son mayoría en el sector de la ciencia con el 53%, constituyen el 48% de los científicos e investigadores del país y el 71,2% del personal de salud, valioso ejército que durante incontables horas ha combatido la COVID-19.
Más allá de cifras y números, en este verde caimán la mujer es hoy médico, maestra, constructora, militar, artista o dirigente, líder y vocera de la realidad de un país que apuesta día a día por la igualdad como derecho elemental.