El Museo de Arte de Pinar del Río (Mapri), siempre con una propuesta tentadora y también diferente, abre sus puertas al público con Posicionamiento, un proyecto curatorial que se enmarca dentro del ciclo expositivo Mapri, Proyección 21 al cuadrado, que celebra los 21 años de fundación de esta institución.
La idea, que se extiende durante todo el año, incluye las muestras Colección / Nuevos Fondos, El sencillo arte de la curaduría, Posicionamiento y Mapri: ¿un museo del siglo XXI? (cartografía de un dinosaurio), todas bajo la curaduría de Juan Carlos Rodríguez, autor de cada uno de los momentos del ciclo expositivo.
Según explicó Raydel Hernández Iglesias, especialista del Mapri, Posicionamiento explora la relación entre la institución y el territorio en el que está enclavado, o sea, la localidad pinareña, y hace énfasis en trabajar con los nuevos emprendimientos y actores económicos de la ciudad.
“Nos interesaba como eje conceptual el tema de la imagen: la imagen como fenómeno que no solamente es privativo del campo de la estética, de las artes visuales, sino que se ha expandido a través de los estudios visuales contemporáneos y se ha insertado en diversas áreas, creando desde ellas imaginarios propios, contenidos, cuestionamientos e influencias en un rango de fenómenos transversalizados por ella. Por esta razón decidimos invitar a determinados proyectos-emprendimientos de la provincia”, apuntó el especialista.
ALIANZAS CULTURA- NUEVOS ACTORES ECONÓMICOS
Aguantaguja, un proyecto de arte corporal dedicado fundamentalmente a los tatuajes, ha sido el anfitrión del proyecto dentro del museo. Después se incorporó Jarachó, un emprendimiento gastronómico-cultural y que trajo variadas actividades, entre ellas un concierto de Frank Delgado, por ejemplo.
Entró recientemente Impresionante, un proyecto de comunicación, diseño y gráfica personalizada que trabaja con la imagen.
Agregó Hernández Iglesias que en breve se incorporará Lelov, “iniciativa de floristería y misceláneas, una propuesta con una visualidad más íntima, quizás más bohemia y muy interesante, pues no solo se dedica a comercializar, sino que promueve espacios culturales”, argumentó.
“Desde el punto de vista estético, la exposición trabaja el arte relacional y procesual, que es todo un proceso en el que el público no solamente es un espectador pasivo, sino que se convierte en un actor importante, activo y primordial para el desarrollo de las propuestas artísticas”, comentó.
“No se puede ver como algo distante y alejado, sino que es un actor constructivo, como lo puede ser un artista dentro de este tipo de estética”.
Sobre la exposición explicó Orlando Mireles, creador de Aguantaguja: “Es una nueva manera de plantearse cómo es un verdadero museo del siglo XXI, un museo moderno y contemporáneo, capaz de revitalizarse a sí mismo, y para eso hemos tenido varias exposiciones previas”. Posicionamiento trata de ver en la realidad actual del pinareño cómo se posiciona un museo de arte dentro de la sociedad y cuáles serían las maneras de revitalizar ese espacio. Y pensamos que una podría ser colaborar desde la línea conceptual de la imagen, como línea transversal, en emprendimientos que tuvieran ese basamento.
“Ahí hablamos de la atención al cuerpo, los tatuajes, el estilismo, el diseño, todos ellos vistos desde varios ángulos; queremos trabajar con marketing, con perfume, con varias experiencias…”.
Mireles entra a Posicionamiento como gestor junto con el Mapri, y a la vez es promotor y productor de las exposiciones, de manera que el estudio Aguantaguja se convierte en un apalancamiento para la realización de actividades que en la actualidad son costosas, pero que son necesarias para revitalizar el espacio, explica su creador.
“Aguantaguja entra al Mapri con la necesidad de un cambio de concepción simbólica, antropológica, de cómo ver el tatuaje, sus inicios y estudios, y hablar del valor artístico del trabajo que realizamos, porque sin duda alguna, no podría decir que el ciento por ciento de los tatuajes son arte, pero sí una gran parte tiene potencial para serlo. Entonces, subir el nivel del estudio a través de un espacio legitimado como el Mapri, en condiciones y a ritmo de galería, con un condicionamiento estético y simbólico, adaptado al contexto en el que estamos viviendo, ayuda al desarrollo de los tatuadores, de los artistas que están en el gremio y hace que se siga desarrollando esta área”.
Añadió que también pretenden ganar en la labor educativa sobre la cultura del tatuaje y la postura de la sociedad hacia los tatuadores. “Incluso, podemos hablar un poco de la responsabilidad de selección ¿Por qué te tatúas? ¿Para qué los haces? ¿Cuáles son los grupos que se tatúan? ¿Cuáles son sus necesidades? ¿Cuáles son los motivos arquetípicos recurrentes? ¿Y qué significa cada uno de ellos? Aguantaguja alcanza así un nivel superior dentro de las artes visuales”.
Otro proyecto que se sumó a Posicionamiento es Impresiónate. Radicado igualmente en la propia ciudad, articuló con el Museo de Arte a la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales y a la Dirección Provincial de Cultura.
Hany Pérez Bruno, una de sus integrantes y fundadoras señaló: “Muy pocas veces ocurre que varias instituciones confluyan y se puedan articular de manera eficiente para hacer de un proyecto algo provechoso, y en este caso han confluido muchas instituciones. Es una muestra de cuánto se puede hacer y de las capacidades que tenemos para ayudarnos desde el propio montaje de la expo, por ejemplo”.
Impresiónate tuvo la iniciativa de invitar, con su llegada al Mapri, al reconocido diseñador gráfico Arnulfo Espinosa, quien presentó sus libros Marcas y Logotipos y fondos gráficos, lo que le permitió alcanzar una especialización para el diseño de marcas. Con ello facilitaron un espacio de capacitación e intercambio de lujo sobre un tema notablemente provechoso para quienes pretenden iniciar un negocio.
Según el diseñador “la marca es un recipiente vacío, capaz de cargarse de los significados de la empresa, no es descriptiva, una marca tiene la potencialidad de llenarse de significados, y lo hace a través de la comunicación y la publicidad que se haga también”.
EL MAPRI TOCAS LAS PUERTAS
Como una suerte de entidad que no quiere pasar desapercibida en estos tiempos, el Mapri ha optado por tocar las puertas de los emprendimientos.
Así lo asegura el especialista Hernández Iglesias: “Hemos entrado en un diálogo, porque el objetivo es construir alianzas. Al final, se pretende crear una especie de vínculo dentro de la sala para construir un enriquecimiento conjunto entre todos y posicionarnos mejor.
“La idea es ganar público en todas direcciones y visibilidad, conocimiento y, sobre todo, ver lo útil que pueden ser las relaciones entre las instituciones culturales y los negocios privados. Eso funciona en el mundo entero, donde hay patrocinios y convergencia de voluntades”.
Posicionamiento antecede a la última expo de Proyección 21 al cuadrado y consolida al Mapri como un verdadero museo de arte contemporáneo, que ya no solo acoge artistas reconocidos como tal, sino que establece lazos con figuras económicas de relevancia en el contexto pinareño.