En pleno corazón de la ciudad de Pinar del Río el museo memorial Ormani Arenado Llonch recuerda a los participantes de la provincia más occidental en el asalto al Palacio Presidencial, el 13 de marzo de 1957, y constituye un sitio de obligada visita.
Cuatro salas expositivas ofrecen al público un acercamiento a la vida del mártir pinareño- el más joven del grupo de revolucionarios cubanos que ese día llegó al Palacio y otro tomó la emisora Radio Reloj- y del resto de los vueltabajeros caídos en la acción, para de ese modo preservar la historia local.
Sita en la calle Ormani Arenado número 110 entre Antonio Maceo y Ceferino Fernández, la institución abrió sus puertas el 12 de marzo de 1978, a las cinco de la tarde, luego de que la familia del joven entregara la vivienda un año antes a Julio Camacho Aguilera, entonces primer secretario del Partido en la provincia.
Desde de ese momento el lugar se ha encargado de conservar, investigar y divulgar los valores que atesora sobre los 12 mártires pinareños; en tanto cuenta con más de 900 piezas, explicó Glendis Margarita Hernández Ramírez, directora del museo.
Ormani vivió allí desde los seis años hasta su muerte, y su madre Francisca mantuvo intacto el cuarto del hijo con la esperanza de que regresara con vida al hogar, precisó a la Agencia Cubana de Noticias.
Objetos donados por familiares y amigos, armas, cartas, fotografías descuellan hoy entre lo más representativo del museo, sometido a un proceso de reparación que culminó en 2018 y con un extenso programa concebido para escuelas, centros laborales y la comunidad.
En ese sentido, destacó, por ejemplo, las visitas dirigidas de estudiantes de los diferentes niveles de enseñanza; el llamado museo móvil para llegar a centros educacionales, entidades e instituciones del territorio acompañados por piezas que puedan salir del museo; y recorridos patrimoniales.
Acerca de esos últimos detalló que se trata de seguir una ruta vinculada al accionar de los combatientes en la urbe pinareña a través de tarjas, monumentos y obeliscos; «muchos aún desconocidos por la población», ponderó.
Obras como estas servirán a la nueva generación para conocer más la historia de nuestra patria y la Revolución; y se rinde homenaje y ayuda a seguir formando combatientes, escribió aquel día inaugural en el libro de visitantes Faure Chomón Mediavilla, uno de los que dirigió las acciones del 13 de marzo de 1957.
Abierto al público de ocho de la mañana a cinco de la tarde, de lunes a viernes y sábados laborales, el museo memorial Ormani Arenado Llonch constituye un símbolo de la identidad histórico- cultural pinareña, de acuerdo con especialistas.