Muchas de las enfermedades más serias de las que padecen los humanos están dadas por la zoonosis (transmisión de enfermedades de animales a humanos), la que ha generado epidemias y estragos económicos y sociales en muchos países. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo se producen millones de casos de enfermos por esta razón.
A medida que el hombre irrumpa los predios silvestres y que el cambio climático influya en la multiplicación de los portadores de virus que mutan e invaden al ser humano, así será la propagación. Algunos ejemplos lo muestran: la peste negra o bubónica debido a la picadura de pulgas transportadas por ratas en el siglo XIV. Las pandemias de influenza más conocida y letal ocurrió en 1918, que fue la mal llamada gripe española, causada por una cepa del virus H1N1 transferida por aves que infectó a unos 500 millones de personas.
Otros casos: la fiebre amarilla, el zika y el dengue dadas por la picadura del mosquito Aedes aegypti; la rabia por mordedura de perros salvajes; el Sida, inmunodeficiencia que tuvo su origen en los simios, cuyas cepas se transmiten por vía sexual, entre otros.
El Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés) es considerado la primera pandemia del siglo XXI. Se originó en China en el 2002 y sorprendió la rapidez con que se propagó por el mundo esta cepa, el reservorio del virus fueron los gatos de algalia y civetas.
Por lo que con esta nueva variante del SARS CoV-2 pandemia la COVID-19 es otra de las amenazas más serias que enfrenta la humanidad. Se dice que sirvieron de mutantes del virus murciélagos y serpientes y aunque casi siempre los virus son transmitidos por los animales menos deseados, hay que tener a ojo vistos las mascotas en casa.