Algunos lectores han manifestado preocupación por el término reditarán empleado como parte de un titular en la primera página de la versión escrita de nuestro periódico Guerrillero (Viernes 12 de enero de 2024). Nos satisface darle tratamiento a esta inquietud, porque es evidencia del interés por estas cuestiones relacionadas con nuestra rica lengua materna.
En el caso del verbo reditar sucede algo muy parecido a lo que se nos presenta con el adjetivo preminente. Las formas más habituales son reeditar y preeminente, con doble e, ya que se componen dichos vocablos con sendos prefijos acabados en esta vocal y palabras que empiezan por la misma. Sin embargo, la RAE apunta que es frecuente y admisible la reducción gráfica de las dos vocales a una sola, cuando de forma generalizada y en todos los niveles del habla, incluyendo la pronunciación se articula como una fusión.
O sea que ambas realizaciones ortográficas son válidas. La propia RAE emitió una comunicación al respecto en el 2020. ¿Interesante, verdad?
Recuérdese que el idioma es un órgano vivo, que está en constante cambio. Somos los hablantes, en última instancia, con nuestra frecuencia de uso, los que vamos desbrozando el camino para lo que puede o no aceptarse o aprobarse.
El principio tan lógico de la economía de recursos -y tan característico de la modernidad- también se ha ido imponiendo en el campo lingüístico. La propia acentuación lo ha ido acuñando, sobre todo en lo que concierne a la tilde diacrítica.
Tradición y novedad se entrelazan permanentemente. Tremendo desafío para cualquier filólogo.