El Ministerio de Salud Pública de Cuba ya inició un estudio de seroprevalencia o anticuerpos y de prevalencia de la COVID-19, en el que participa una muestra representativa de toda la población cubana.
En entrevista al Dr. Luis Carlos Silva, experto en técnicas de muestreo, publicada por el sitio web Infomed, el especialista aclara que esta investigación es la primera de su tipo en la región de las Américas y parte de recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de profundizar acerca de la capacidad de propagación del nuevo coronavirus.
“Con el estudio de seroprevalencia se trata de verificar el grado en que ha circulado el virus en la población, se mide la presencia de anticuerpos generados por el organismo una vez que es atacado por el patógeno”, dijo el Dr. Silva.
Acerca de la posible inmunidad por el grado de presencia de anticuerpos, el experto reiteró que esto aún es una incógnita, pero hay esperanzas en ese sentido, pues con otros virus similares se ha probado una condición inmunitaria duradera, derivada de la infección previa.
En tanto, el estudio de prevalencia identifica el grado en que los sujetos tienen la enfermedad en el momento de la medición, o la han tenido en los 14 días previos a su aparición en el organismo.
Aunque ambas variantes investigativas se desarrollan en las fases agudas de la epidemia, preferiblemente, este es un recurso que vale para cualquier momento, asegura, sobre todo si, como es nuestro caso, se va a repetir periódicamente a los mismos sujetos.
Sobre cómo se realizará este estudio en Cuba, el experto dijo que las mediciones se llevarán a cabo en una muestra representativa de toda la población. Resultaron elegidas casi cuatro mil personas, residentes en mil 300 viviendas, seleccionadas con técnicas aleatorias en 263 consultorios de todo el país.
La toma de muestras biológicas se extenderá durante 63 días a partir de su comienzo, el 12 de mayo, y se va a repetir periódicamente a los mismos sujetos, cada 21 días, en otras tres ocasiones y el seguimiento se cerrará el 24 de julio de 2020.
En el primer corte se está empleando la prueba de diagnóstico PCR, siglas en inglés, (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real, uno de los métodos de laboratorio más precisos, uno de los más utilizados en el mundo en crisis relacionadas con enfermedades infecciosas, para detectar si una persona está infectada por el virus o no, y en los sucesivos, también se harán pruebas serológicas.
Silva enfatiza que el propósito del estudio “no es hacer una pesquisa para hallar casos ocultos”; no obstante, de identificarse, estos tendrán una atención acorde a los protocolos existentes para cualquier enfermo o sospechoso.
Concluidos los sucesivos cortes valorativos se tendrán elementos para realizar estimaciones sobre el estado inmunológico de la población, tanto en personas con síntomas como asintomáticos, y sobre los cambios en el tiempo de la seropositividad y la dinámica de la infección por SARS-Cov2.
También posibilitará la identificación de los grupos más vulnerables a la infección y la obtención de conocimientos sobre la transmisión intra-hogar.
Así mismo, facilitará la configuración de una “línea de base” que permitirá monitorizar la evolución del fenómeno (en materia de morbilidad y en lo que concierne a factores de riesgo, expresiones de la conducta y conocimiento) a nivel poblacional, tanto a corto como a largo plazo.
El también investigador titular y profesor consultante de la Escuela Nacional de Salud Pública de Cuba considera que, en el caso de nuestro país, la lucha contra la epidemia obviamente desborda este estudio en particular, que tiene una importancia sanitaria, pero también política.
“Nuestro sistema privilegia la salud de la gente por encima de todo y puede actuar sin sentir las presiones de empresarios codiciosos que fundamentalmente piensan en los réditos de sus negocios, enfatiza”.
“Si nosotros conseguimos salir de esta contingencia sin haber tenido que pagar un precio alto en términos de deterioro de la salud, estaremos dando otro ejemplo del principio que establece que la salud es un derecho del pueblo”, concluyó el experto.