Luis Arce Catacora, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, afirmó hoy que nunca será suficiente el agradecimiento a la solidaridad y ayuda humanitaria que presta Cuba en el mundo y en la Región de América Latina y el Caribe.
Durante su intervención en la XX Cumbre de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) que se celebra hoy aquí, el mandatario boliviano pidió perdón a Cuba por la agresión a los profesionales de la salud cubanos en el 2019, cuando debieron interrumpir la continuidad de las misiones solidarias en su país.
Destacó que unos 400 mil médicos cubanos prestan su ayuda en 164 países, una cruzada sin precedentes, bajo la concepción martiana de que “Patria es humanidad”.
Agradeció además a la Mayor de las Antillas por su desprendimiento solidario incondicional, por su fuerza moral, por ser faro en la construcción de un mundo mejor posible y necesario.
Cuba demostró que no hay imperio perpetuo, enseñó el valor de la solidaridad, enfatizó.
En este contexto, el Presidente de Bolivia calificó de inaceptables las medidas unilaterales y coercitivas contra varios estados.
Estas medidas aumentan el sufrimiento, limitan la capacidad de contrarrestar la crisis sanitaria, y ponen en riesgo a la población, truncando el derecho de las naciones a un desarrollo sostenible, acotó.
Sobre cómo ha impactado la COVID-19 en el mundo y en la región, Arce Catacora resaltó que la pandemia ha mostrado la desigualdad entre los países y el impacto negativo en la salud, la economía y el trabajo.
Para hacer frente a este fenómeno, el mandatario boliviano instó a la creación de una estrategia post-COVID-19 basada fundamentalmente en dos premisas: la amenaza colonialista que implica un enfrentamiento a la pandemia en condiciones desiguales y la obligación de proteger a todos los ciudadanos del mundo.
Además, llamó a implementar políticas públicas en las que las naciones de la región se complementen e integren, y prioricen el desarrollo conjunto de la biotecnología y la reactivación económica y productiva, que tenga al Banco del ALBA como impulsor.
En este sentido, explicó que se hace necesaria la creación de dos Empresas Grannacionales; una para la producción de fármacos y otra que garantice la producción y seguridad alimentaria en los países que componen el ALBA-TCP.
Con salud y alimentos podemos seguir avanzando conjuntamente, finalizó Arce Catacora.