Oasis para la actividad física

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Un gimnasio para el pueblo, así reza un eslogan que está ubicado a más de 20 kilómetros de la cabecera provincial, en el municipio de Consolación del Sur. Este recinto consolareño fue fundado en la década de los ‘80  y el primero de su tipo en Vueltabajo.

El paso de los años, el deterioro evidente de sus instalaciones, la desatención  y la llegada del periodo especial atentaron contra su correcto funcionamiento. De ahí que estuviera más de un quinquenio sin prestar servicio al pueblo, principal destinatario de estas acciones terapéuticas.

Recuperar la instalación fue el primer propósito que se trazó un grupo de profesores que aquí laboran, encabezados por el licenciado Yoel Pérez Pozo, quien mucho escombro tuvo que quitar, además de apartar la burocracia y la inmovilidad que un tiempo se apoderó del sitio.

LA HISTORIA

Yoel es un “negrón” de más de dos metros de estatura, habla enredado, pero tiene un conocimiento amplio de las actividades físicas y terapéuticas vinculadas al gimnasio. Esta fue su casa por mucho tiempo cuando apenas era un estudiante de Cultura Física.

“Este sitio era el preferido por el pueblo de la comunidad durante esos años. Pero como todas las cosas, si no se atiende como es debido, la infraestructura pasa del esplendor al deterioro, y eso fue lo que sucedió aquí. El paso del tiempo, asociado a la escasez de recursos que trajo el periodo especial, atentaron contra el correcto desarrollo de la instalación deportiva”, comenta el especialista.

Los fenómenos meteorológicos también atentaron contra la instalación, lo que hizo que tuvieran que mudarse del sitio donde estaban para el combinado deportivo 28 de Enero.

“Tuvimos que buscar alternativas, porque el pueblo se quedó prácticamente sin un lugar para realizar la actividad física y de fuerza. Esto supuso un reto para el equipo de trabajo que me acompaña, pero lo asumimos, y en esa época inventamos un gimnasio más rústico, que en su momento resolvió el problema. Claro, sabíamos que esta no era la solución. De ahí que nos dimos a la tarea de presentar un proyecto a la dirección del municipio para su aprobación”, amplía el profesor.

EL PROYECTO

“Proyectamos una remodelación total de la instalación. Nosotros mismos, con recursos ínfimos, la iniciamos tras el paso del huracán Ian. Tengo que decir que cuando todo estaba proyectado le dimos a las autoridades partidistas y gubernamentales el documento, y desde ese momento la historia fue otra, hemos tenido un apoyo total para lograr este sueño”.

Ernesto David Cárdenas Expósito o el Chino, como lo conocen todos, es otro de los profesores que acompañó la idea y es fundador del centro. 

“Desde que Yoel nos comentó la idea empezamos a buscar una alternativa que fuera sustentable y permitiera devolver la vitalidad a la instalación, porque cuando de fuerza se trata, la sapiencia de los hombres siempre salva, y así surgió este proyecto de desarrollo local que ya hoy es una realidad.

“Contamos con más de 11 equipos de fuerza, número que se pretende ampliar con la llegada próximamente de igual cantidad de implementos. Esto es fundamental, porque los practicantes sistemáticos podrán duplicarse, ya que tendremos más aparatos”, relata.

Alrededor de 150 personas  se benefician de la instalación tras su apertura el 23 de julio por las máximas autoridades municipales.

“Tenemos un horario extendido, que surgió del reclamo popular. Abrimos a las seis de la mañana y cerramos el primer turno a las 11. Luego volvemos a abrir a las dos de la tarde y el cierre es a las nueve de la noche. Esto permite que tengamos segmentados a todo el grupo para garantizar el correcto flujograma del gimnasio, tan importante en esta actividad”.

LA REALIDAD HOY

Diosdeny Almora Chirino hace tres años reside en este territorio eminentemente agrícola. Él es un seguidor del fisiculturismo, de ahí que encontró en este proyecto un aliciente para su desenvolvimiento físico.

“Cuando me mudé a Consolación no existía este gimnasio de fuerza. En la actualidad, con la apertura de la instalación, tenemos la posibilidad de disfrutar de un espacio para esta práctica que es muy demandada por nosotros los habituales a ella”, dice el joven de apenas 33 años.

“Los profesores son muy exigentes. Lo primero que te piden es un certificado médico en el que aparezcan las patologías o limitaciones que tengas para realizar ejercicios, eso tú no lo encuentras en cualquier lugar donde se practique esta actividad. 

“Otro elemento es la atención personalizada que te brindan, así como la ayuda que está en función del objetivo que uno persiga. Yo en lo particular estoy súper agradecido de los entrenadores”, concluyó.

Pérez Pozo refirió que traer un certificado médico con el aval de un especialista es un requisito inviolable, de ahí que les permita poder sugerir de manera individual el trabajo que deban realizar los practicantes sistemáticos.

“Nosotros somos estrictos en eso, porque ahí se juega la vida de los que aquí vienen. También ofrecemos atención personalizada, no existe un alumno que no cuente con ella, para que salgan de nuestra instalación satisfechos. Los criterios hasta ahora son muy favorables”.

“Poseemos un área de conferencias para los que vienen, por lo que no solo reciben ejercicios de fuerza, sino que encuentran respuestas a sus inquietudes por especialistas capacitados del porqué de cada uno de estos ejercicios que realizan, cuánto les aporta, que capacidad mejoran, en fin, es un compendio muy amplio el que perseguimos con este nuevo proyecto de desarrollo local”.

EL SUEÑO

El Chino se mueve de un lugar a otro. Sale, pide que retiren una motorina que está cerca de la entrada; va, atiende a una chica que quiere crecer en masa corporal y a otra que prefiere aumentar el volumen de sus glúteos. Todo esto lo hace como una hormiguita trabajadora.

“Queremos tener nuestro propio parqueo, que los alumnos lleguen y no estén preocupados por la seguridad de sus bienes. Además, tenemos baños para que el que venga temprano en la mañana haga su rutina y luego se bañe y siga a trabajar. Contamos con agua y duchas para ello.

“Soñamos en grande. Por lo visto hasta ahora, el crecimiento será exponencial, por eso pretendemos con el aumento de los ingresos y la cuantía que estamos exigiendo, a partir de septiembre que son 300 pesos al mes por practicante, ampliarnos a una segunda planta para tener un sitio para la bailo terapia, y otro de masajes, ese sí estará listo ya en septiembre”.

Lo espacioso del lugar, la acogida del pueblo y lo céntrico que está, en la misma Carretera Central, son elementos que favorecen la llegada de más alumnos. 

Es pertinente la ubicación, además de equipos de clima como ventiladores para asegurar la correcta transpiración de los practicantes y el proceso de recuperación. Lo saben ellos, y en la medida en que crezcan los ingresos trabajarán en función de resolver esos pequeños detalles. 

A menos de un mes de abierto, con los sueños a flor de piel, y con la confianza de que sí es posible ofrecer mayor calidad de vida a una población envejecida, laboran los siete trabajadores que incluye a otro profesor, más una oficinista y dos custodios. Todos ellos son un equipo de alta competencia que como el barón Pierre de Coubertin, prefieren mente sana en cuerpo sano.

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