Con la flexibilización del ejercicio de actividades económicas en el sector privado y el subsiguiente surgimiento de las mipymes, la principal arteria de la ciudad Pinar del Río se ha poblado de establecimientos que brindan servicios de bar y gastronomía.
Sin embargo, otros apuestan por llevar su emprendimiento hacia zonas menos concurridas y además, cambiar la dinámica de sentarse a tomar un café, disfrutar de un cóctel o ir a cenar en familia.
En la calle Máximo Gómez, hace cerca de ocho meses, abrió Ojalá se repita, un bar de tapas que a decir de su gestor intenta marcar la diferencia con variedad de opciones que van más allá de consumir comida y bebida.
“YO NACÍ PARA ESTO”
Natural de Pilotos en Consolación del Sur, a Raciel Suárez Rodríguez casi todos lo conocen por su trabajo, durante varios años, al frente del cabaré Rumayor. Pero su andar en el sector de la gastronomía y los servicios comenzó mucho antes.
“Yo salí de una cafetería en Pilotos, después vine para el Hotel Globo y luego fui capitán de salón del restaurante 12 plantas. Allí fue donde empecé a pasar mis cursos de sommelier en el Hotel Sevilla.
“Después administré varios establecimientos como El Criollito, el hoy restaurante Las Vegas, el área del Hermanos Cruz y finalmente Rumayor. Me especialicé en este mundo de los centros nocturnos. Yo nací para esto, es todo lo que he hecho en mi vida, la verdad, no sé hacer otra cosa”.
Cuenta Raciel que ante la posibilidad que dio el país de diversificar la economía con actores privados decidió contarle la idea de su proyecto a un amigo que tenía una casa con condiciones para emprender la idea. Juntos la remodelaron y se pusieron en función de concretar lo que había soñado.
“Luego llegó la pandemia y tuvimos que detener todo. Después de un año, precisamente el 19 de agosto de 2022 inauguramos el bar. El nombre iba a ser solo Ojalá, como la canción de Silvio Rodríguez, pero al momento de inscribirlo en el registro mercantil había otra mipyme con el mismo nombre, y ya tenía todos los logos y los identificadores hechos, entonces se nos ocurrió que podría ser Ojalá se repita”.
Raciel no decidió abrir un bar de tapas meramente, sino que intenta ofrecer variedad en sus espectáculos y ante todo no perturbar la tranquilidad de los vecinos.
“Abrimos de miércoles a domingo, desde las nueve de la noche hasta las cuatro de la madrugada y cada día con una temática diferente.
“Por ejemplo, los miércoles no se cobra la entrada, es noche de djs y juegos de participación. Los jueves hacemos la fiesta del tequila, las mujeres entran sin pagar y a las 10 primeras se les pone una manilla y tienen derecho un ‘shot’ de tequila gratis al empezar el espectáculo. Los viernes tenemos a los muchachos de Luxury Night, un proyecto que ahora mismo está ‘pegado’ en Pinar del Río.
“El plato fuerte se reserva para los sábados que es noche de humor. Siempre se presenta un humorista de primer nivel y un cantante de la provincia. Las noches de los domingos son de descarga con artistas del centro provincial de la música Miguelito Cuní”.
Raciel enfatiza en la seguridad que ofrece el establecimiento. Primero aclara que no se permite la entrada de menores de edad, y siempre en la puerta se pide el carné de identidad, cuentan con cámaras y detector de metales para evitar que se introduzcan armas blancas al lugar.
“Desde que abrimos jamás hemos tenido un problema, este es uno de los bares más seguros que hay, y mis 16 trabajadores están totalmente enfocados en lo que hacen. También el público es bastante selecto.
Con capacidad para 120 personas, explica que también alquilan el local para fiestas de quince, bodas y cumpleaños.
¿Cómo logra las conexiones con los artistas?
“Desde mi experiencia en Rumayor y en otros centros donde trabajé conocí a mucha gente. Entonces decidí hacer contratos con el Centro Promotor del Humor, con la agencia Caricato, con el centro de la música de la provincia y así conformamos la programación del mes y a través de nuestros perfiles en Instagram y Facebook hacemos las promociones cada semana.
¿…y los precios?
“Cuando lo fui a inaugurar, que iba a ser con Alex Duvall y El Habanero hice una oferta que salía la mesa vip como en 40 000 pesos, porque tenía una botella de Chivas Regal, entre otras cosas. La gente se quedó impactada y desde entonces dicen que es el bar más caro. Y no es así. Ese día fallé en eso.
“No puedes mandar tampoco en el bolsillo de la gente. Siempre he criticado eso de que llegas a un lugar y te dicen que la cerveza es solo por coctelería o el ron es por tragos. No puedes obligar a las personas a consumir. Me di cuenta que era mejor darles la opción a los clientes.
“La cerveza, los cocteles y las ofertas de comer aquí son más baratas que en el resto de los bares que hay en la ciudad, por supuesto que, como en todos los lugares, hay opciones para quienes prefieren o pueden acceder a lo más caro.
“Contamos con un área VIP y también las mesas normales. El cover varía entre 300 y 1000 pesos, en dependencia del día y el espectáculo.
“Es un bar de tapas-discoteca, la proyección ha sido esa, no para vender comida elaborada. Aquí tenemos queso, croquetas, jamón, chorizo, aceitunas y jamón pierna, eso se vende por raciones y también conformamos una picadera con su salsa, ketchup, mostaza, por un precio de 1200 pesos.
“En el caso de la bebida, no brindamos una carta tan amplia como en otros lugares donde ofertan infinidad de cocteles. Aquí tenemos 15 solamente, los clásicos, y entre 250 y 500 pesos. Además de cerveza, refresco y bebidas de gama alta”.
Aunque confiesa que el mes de marzo fue fatal para el negocio, sobre todo por la migración y la situación económica que atraviesa el país, mantiene altas sus expectativas para los meses venideros, sobre todo para que la visita de sus clientes, ojalá y se repita.