Las esperanzas de poner fin al bloqueo por el coronavirus mediante la inmunidad por rebaño, una de las estrategias más polémicas, han descendido considerablemente. La Organización Mundial de la Salud (OMS), informó el lunes que un número muy bajo de infectados, entre el 2% y el 3%, han desarrollado los anticuerpos necesarios para no contagiar y no ser contagiados de nuevo.
Estos resultados se conocen tras realizar las pruebas o test serológicos. A diferencia de los rápidos y los PCR, que se usan para buscar la presencia del virus, los test serológicos están diseñados para detectar la presencia de anticuerpos contra el patógeno en un organismo. Es decir, sirven para conocer qué porcentaje de la población dispone de defensas y, de esta manera, determinar si es factible llegar a la inmunidad de rebaño, o colectiva, tan esperada por muchos. Ante los resultados derivados de esta prueba, la OMS sugiere que los números aún son muy bajos, ya que, según los expertos, para que esta teoría sea efectiva es necesario que en torno al 70% de una población esté protegida.
Ante la importancia de conocer con exactitud las cifras, la OMS está trabajando para desarrollar y distribuir el mayor número de pruebas serológicas a los países que más lo necesiten. De esta manera anunciaron que, con el apoyo del Fondo Mundial, Unicef y Unitaid ya han comprado más de 30 millones de pruebas para un período de cuatros meses y que su distribución comenzará la semana que viene.
Es por ello que el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advertía que reducir las restricciones no será el final de la epidemia en ningún país. En este sentido recalcó la importancia de los bloqueos, argumentando que, por ahora, es la forma más segura de contener el virus y no generar una segunda oleada de contagios. Además, volvió a insistir en la importancia de realizar pruebas para diagnosticar, aislar y ayudar a todas las personas que hayan dado positivo de covid-19.
«Los llamados bloqueos pueden ayudar a calmar la epidemia de un país, pero no pueden terminarla por sí mismos. Los países ahora deben asegurarse de que pueden detectar, probar, aislar y atender cada caso, y rastrear cada contacto», señaló Ghebreyesus.