Hace varios días nació Kalitcha. En medio de momentos tan difíciles una luz de alegría inunda la vida de Yanisleidys Hernández y del triple campeón mundial de boxeo Lázaro Álvarez.
Es la segunda vez que la joven pareja es bendecida con una niña, y el regocijo es igual de inmenso como en la primera ocasión.
Para el multilaureado pugilista la misión es dar todo de sí como padre, al igual que lo hace en el deporte. Poco puede expresar para mostrar su júbilo, pero en su rostro afloran los sentimientos de haber creado una vida nuevamente.
Agradece Yanisleidys las atenciones recibidas por el equipo médico que la asistió en el hospital Abel Santamaría, en especial al doctor Yoel Blanco, quien estuvo a su lado en todo momento. Extiende su agradecimiento a la Comisión Provincial de Boxeo, a la Dirección de Deportes en Pinar del Río y al Inder nacional por estar siempre pendientes del alumbramiento.
Aunque para Lazarito la nueva meta es velar por la salud y seguridad de su bebé, insiste en decirle a la afición que continúa el entrenamiento y la preparación física con la mira puesta en Tokio, pues “El Príncipe” del boxeo cubano está enfocado en traer a casa la presea más dorada.
Hasta que llegue ese momento, mantener el peso y la confianza en la victoria van a la par de cumplir con las medidas sanitarias orientadas para proteger a la pequeña, a su hermanita y a su esposa.
Hace varios días nació Kalitcha. En medio de momentos tan difíciles, la nueva integrante de la familia del deporte cubano es sinónimo de esperanza y de futuro.