Dionisio Urquiaga regresará a sus faenas cotidianas en la Unidad Empresarial de Base Loma de Candelaria, tras el levantamiento de la cuarentena a la comunidad Camilo Cienfuegos, del municipio de Consolación del Sur, gracias a la disciplina de la población y la comunión de fuerzas de todos los sectores.
Productor agrícola en esa estructura perteneciente a la Empresa Pecuaria
Genética Camilo Cienfuegos de la provincia Pinar del Río, fue uno de los lugareños que permaneció aislado durante un mes debido a la identificación allí del segundo evento de transmisión local de la COVID- 19 en Cuba, y el primero de la provincia más occidental.
Sin ocultar la emoción por la batalla vencida, pues lograron contener el
contagio de la enfermedad luego de 10 casos confirmados, Urquiaga agradeció a cuantos incidieron en el bienestar de la comunidad durante ese periodo, en especial al personal médico.
Acostumbrado a despertar cada día bien temprano y permanecer buena parte del tiempo en su oficio, le resultó muy difícil estar en su casa sin
salir; no obstante, reconoció la importancia de una medida traducida en
cambios lógicos para la vida de unos mil 400 habitantes.
Esto es lo más grande que le puede pasar a un ser humano, estar
trancado, aislado de los demás, pero era necesario por la situación del
país y para impedir un desastre, aseveró.
Ahora tenemos que redoblar los esfuerzos y sembrar más, porque hay que
llegarle a todos con los alimentos, insistió en su diálogo con la prensa,
a la entrada de su apartamento, uno de los 13 que conforman la localidad.
Una vez activado el Consejo de Defensa Municipal de Consolación del Sur
y el de Zona del consejo popular El Canal, se estableció un sistema de
trabajo organizado en la Camilo Cienfuegos en pos de mantener la vitalidad de los servicios a los pobladores, acercarles los productos a las viviendas y asegurar la asistencia médica durante 24 horas.
A Laura Esther Urquiaga la deprimía ver el traslado de personas
sospechosas hacia los centros habilitados en la cabecera provincial:
Sentimos terror cuando empezaron a salir casos porque todos somos vecinos, familia, siempre pensamos en los niños y en los mayores, dijo.
Pasado el sobresalto inicial, es consciente de la importancia de mantener
una conducta responsable ante la amenaza que representa la pandemia y la posibilidad de enfermar.
Hay que cumplir las orientaciones del Gobierno y todas las medidas
higiénico- sanitarias para cuidarnos, porque podemos regresar atrás y eso
es peligroso, remarcó.
Manuel Carmona Inguanzo, presidente del Consejo de Defensa de Zona,
destacó la disciplina del pueblo como el factor fundamental para enfrentar
esta contingencia sanitaria, desde que el 31 de marzo se decretó la
cuarentena.
Sabían que era preciso pues ahí estaba la posibilidad de salvar sus vidas,
comentó; de nada valían las decisiones tomadas sin el apoyo de la gente, y
gracias a eso llegamos hasta aquí; y también contamos con el respaldo de
la provincia y el municipio para sofocar este evento, indicó.
Carmona Inguanzo resaltó la cooperación de algunos campesinos que
donaron sus producciones para la comunidad.
Este primero de mayo toda esa localidad festejó el Día Internacional de
los Trabajadores y, desde los balcones, los vecinos aplaudieron a Cuba, que no se cansa en esta batalla contra un enemigo invisible y poco a poco lo golpea con la conciencia ciudadana como arma.