Pablo Elier Sánchez terminó este 26 de julio su ciclo como técnico de la selección mayor de fútbol masculino de Cuba. El entrenador pinareño estuvo al frente del plantel nacional desde 2019 hasta la recientemente finalizada Copa Oro, torneo donde los Leones del Caribe no consiguieron avanzar más allá de la fase de grupos.
Durante este período en el banquillo del conjunto de las cuatro letras, Sánchez comandó a la absoluta en 22 partidos oficiales y amistosos, y su récord fue de ocho victorias, 13 derrotas y un empate.
Pero más allá de los resultados, que no siempre fueron los que él y nosotros hubiéramos querido, hay que poner en contexto el rol de Pablo Elier como el mánager que lideró una importante etapa de transición y le dio nuevas esperanzas a una hinchada y una generación de futbolistas que parecían a ratos carecer de ellas.
Si algo marcó la etapa de Sánchez con los Leones fue la inclusión en las convocatorias del representativo de jugadores que se desempeñaban en ligas foráneas fuera del amparo del Inder, hecho que significó un hito enorme dentro de la historia reciente del balompié y en general del deporte patrio.
Además, el profesor logró darle sentido a un grupo de jugadores provenientes de diferentes contextos y armar un conjunto que logró objetivos que parecían demasiado lejanos. Entre sus principales logros se cuentan la clasificación directa a la Copa Oro 2023 y el regreso a la Liga A de la CNL tras superar con solvencia la segunda división.
La intención de trasladar a sus atletas una idea futbolística diferente, en la cual primara la posesión y el buen trato del balón, fue otro de los elementos que caracterizaron su etapa al frente de la escuadra.
Pablo siempre dio la impresión de estar abierto al diálogo con tal de mejorar su gestión. En ocasiones incluso se le notaba su veta de aficionado, una que lejos de disminuirlo lo mostró como lo que es: una persona humilde, quien a pesar de las naturales limitaciones de todo ser humano, siempre tuvo como única intención dar lo mejor que tiene para alegrar a quienes aman el balompié en la Isla.
Tras la salida del coach Sánchez, ahora la AFC tiene la responsabilidad de encontrar un sustituto que no solo continúe en parte con el trabajo de su predecesor, sino que aspire a empujar a la selección al siguiente salto de calidad, por difícil que esto parezca.