Realmente es impresionante a la vista, y mientras más lo observas más quieres encontrar detalles que, aunque pequeños y aparentemente disimulados, hacen en su conjunto un verdadero símbolo de la arquitectura cubana, una joya artística de la ciudad de Pinar del Río.
Es imposible no reparar en el Palacio de Guasch, inmueble considerado Monumento Local, y que en la actualidad acoge el Museo de Ciencias Naturales Tranquilino Sandalio de Noda.
Dicho palacete combina diferentes estilos y culturas en su diseño. Fue construido por el médico Francisco Guasch Ferrer entre 1909 y 1914, como un regalo para su esposa. La estructura, considerada uno de los primeros ejemplos de eclecticismo en Cuba y en América, está compuesto por elementos del gótico, egipcio, bizantino, islámico y el modernismo catalán.
Esta singular edificación se encuentra enclavada en el centro de la ciudad pinareña, en la calle Martí No. 202, Esquina Comandante Pinares, y en sus noventa metros de fachada muestra representaciones de la fauna, figuras mitológicas y una columna egipcia en la que podemos observar al faraón con su corte.