Ni la pandemia ni los años impiden que Agustín Cecilia Moya celebre el Primero de Mayo, tradición para un hombre que desde 1942 dedica su vida al movimiento obrero y hoy, aunque no podrá marchar como le gustaría, disfrutará con su pródiga memoria aquellos momentos de los primeros años.
Agustín es rico, muy rico: atesora documentos valiosos de ese entonces, más las vivencias que mantiene de encuentros con Fidel, Lázaro Peña y con los combatientes que junto a él en cada trinchera hicieron la Revolución.
Lástima que el espacio periodístico es implacable y hace difícil mostrar las huellas de su prolífero pensamiento y de los históricos intercambios con héroes como Julián Alemán y Eliseo Caamaño.
De estos mártires recuerda: «Atendía la sección obrera del Movimiento 26 de Julio y un día llegó Julián Alemán con instrucciones de Fidel de crear en Pinar del Río el Frente Obrero Nacional.
«En ese momento se hizo el regional número Uno, que iba desde la ciudad hasta Los Palacios, y un regional numero Dos que cubría el occidente hasta Guane.
Cecilia recuerda que Julián Alemán Alpízar fue asesinado entre las cinco y las seis de la mañana del día 23 de abril de 1958 y en su lugar asignaron a Eliseo Noel Caamaño, con misión de dirigirse a la provincia de Pinar del Río para ser coordinador del Frente Obrero Nacional (FON), pero arrestado el 30 de octubre de ese mismo año y trasladado para el cuartel de San Cristóbal, fue asesinado por el coronel Jacinto Menocal.
Pero este viejo luchador, que al triunfar la Revolución lo designaron secretario general de la CTC, no quiere que se olvide la historia, por eso se comunicó con este semanario para mostrar las «joyas» que atesora.
Cuánta sorpresa para el fotorreportero revivir las fotos del primer Primero de Mayo de la Revolución en Pinar del Río –un día 22 enfrente a la casona de Cabada número 10, donde estaba la CTC provincial.
Con regocijo muestra las imágenes de aquella época, cuya responsabilidad de su trabajo de líder en el movimiento proletario le permitió atender a tres delegaciones de dirigentes obreros internacionales de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Argentina y España.
También tiene otras fotos muy cercanas a la época, cuyo valor es inestimable para demostrar que el Primero de Mayo es un sendero permanente para los cubanos.