El cuatro de abril en Cuba obliga a mirar hacia la juventud, es día de fiesta en escuelas, barrios, centros de trabajo, en cualquier lugar donde se respire la frescura de la edad más alentadora de la vida. Esta primavera de 2023 conmemora los aniversarios 61 de la Unión de Jóvenes Comunistas UJC y 62 de la Organización de Pioneros José Martí OPJM.
Precisamente para proyectarnos hoy sobre este sector de la sociedad, se me antoja analizar una cuestión que ronda en el mundo y llega hasta nuestro país, es un fenómeno que traspasa cualquier frontera y afecta a este grupo etario con características similares.
Me refiero a la situación de los jóvenes que ni estudian ni trabajan, conocidos en la mayoría de los países por los nini, pero lo que más me alarma es que estos muchachos, a pesar de no tener vínculo laboral ni con los estudios, sienten la protección de sus familias.
Se hace cada día más común en la sociedad este fenómeno, pero, si bien es cierto que el apoyo y la protección de la familia son importantes, es preocupante que algunos se conformen con esta situación y no busquen activamente oportunidades para desarrollar sus habilidades y conocimientos.
La falta de compromiso con el aprendizaje y el trabajo puede tener consecuencias negativas a largo plazo, como la carencia de habilidades y experiencia necesarias para conseguir un empleo en el futuro. Además, puede ser perjudicial para la economía de la familia y para la sociedad en general, ya que ellos podrían convertirse en una carga para cualquier sistema de bienestar social.
En tal sentido, es importante tomar medidas para motivar a estos jóvenes y ayudarles a encontrar su camino. Esto podría incluir talleres de asesoramiento y orientación o campañas para fomentar la cultura del trabajo y la educación, nuestro país no es ajeno a esto, el mismo realiza desde sus organizaciones de masas, dígase los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), o desde la propia UJC y la OPJM, actividades con esta finalidad.
Al mismo tiempo, es fundamental que se promueva una mentalidad en la que el éxito no se mida solo por el dinero y el status social, sino también por la realización personal y la contribución a la sociedad.
La familia juega un papel crucial en la reversión de esta situación, pues es el primer entorno social en el que se desenvuelven los jóvenes, la familia tiene una gran influencia en su desarrollo y en la formación de sus valores y actitudes.
Dese el hogar, claro que se puede fomentar el estudio y el trabajo, y al mismo tiempo valorar el esfuerzo de aquellos que lo consiguieron y exhiben algún logro académico o profesional, esto motivaría a quienes están más rezagados. Son los padres, abuelos, hermanos, tíos, los principales a la hora de apoyar y alentar a los jóvenes nini a buscar y aprovechar oportunidades de formación y empleo, y a ser perseverantes en la consecución de sus metas.
Otra función primordial de la familia en este asunto es brindar orientación y asesoramiento a la hora de la elección de una carrera y en la planificación del futuro, ayudándoles a identificar sus fortalezas y destrezas, y a explorar opciones de estudio y empleo. Además, pueden establecer límites claros y expectativas realistas, fomentando la responsabilidad y la independencia.
En resumen, la célula fundamental de la sociedad puede ser un factor clave en las cuestiones analizadas, sobre todo en la motivación de los jóvenes para desarrollar su potencial y contribuir al mundo en el que vive.
De igual manera, la escuela también tiene un papel importante en la reversión de la situación de los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Como institución educativa, tiene la responsabilidad de proporcionar a los estudiantes una formación de calidad que les permita desarrollar habilidades y conocimientos relevantes para el mercado laboral y para la vida social.
Todos de conjunto, escuela, familia, comunidad, pueden trabajar para crear un ambiente de apoyo y de motivación, así el futuro tendría mejores augurios y podría disfrutarse con más placeres, las bondades de la edad, ese divino tesoro.