A días del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), la isla impulsa hoy su reordenamiento económico, proceso cuya génesis responde al cambio de mentalidad que defendió el sexto cónclave de esa organización política.
En ese sentido, hace 10 años la cita partidista trazó los Lineamientos de la Política Económica y Social, documento base de la Tarea Ordenamiento que se aplica en Cuba desde el 1 de enero pasado.
De acuerdo con el periódico Granma, órgano oficial del PCC, antes de aprobar esta estrategia más de ocho millones de militantes y ciudadanos debatieron el proyecto e hicieron los cambios pertinentes.
En el VI Congreso, 986 delegados reformularon y aprobaron 311 lineamientos que marcarían la actualización del modelo económico de la isla hasta la actualidad.
Cuba no realizaba una cita partidista desde hacía 14 años por lo que tenía que enfrentar problemas del entorno internacional, los vencimientos de deudas, el recrudecimiento económico del bloqueo de Estados Unidos y la continuidad del proceso político tras la enfermedad del líder histórico Fidel Castro.
De hecho, el VI Congreso trascendió también por la elección del general de Ejército, Raúl Castro, como primer secretario de la organización política.
En su informe central durante la cita, el entonces presidente de los Consejos de Estado y de Ministros instó a impulsar la economía y mencionó las principales preocupaciones que encaraba la nación tras la década del 2000.
Según el Centro cubano de Información para la Prensa, ‘desde 2005 se evidenciaron las limitaciones de la economía para enfrentar el déficit de la cuenta financiera de la balanza de pagos, las retenciones bancarias de transferencias al exterior y el elevado monto de los vencimientos de la deuda’.
El documento agrega que entre 1997 y 2010, Cuba experimentó el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos con pérdidas totales estimadas en más de 751 mil millones de dólares.
En el proyecto Lineamientos de la Política Económica y Social de 2011 se enfatiza que en el orden interno influenciaron ‘factores como baja eficiencia, descapitalización de la base productiva y la infraestructura, envejecimiento y estancamiento en el crecimiento poblacional’.
Ante estos antecedentes, la máxima dirección del Partido y el Gobierno instó a un cambio en la forma de pensar que permitiera reorientar algunas políticas aprobadas en el cónclave anterior.
‘Para descentralizar y cambiar la mentalidad, es requisito obligado elaborar el marco regulatorio que defina con claridad las facultades y funciones de cada eslabón’, señaló Raúl Castro en el VI Congreso.
El objetivo es ‘desatar los nudos que atenazan al desarrollo de las fuerzas productivas’, agregó.
Los lineamientos fueron analizados nuevamente en la cita partidista de 2016 y desde entonces se han actualizado en dependencia del momento socioeconómico que enfrente la mayor de las Antillas.