El Mago de Oz, 1929: Judy Garland en muchas escenas tiene el cabello largo y en otras más corto. En la escena donde más se nota es en la que se encuentra con el espantapájaros.
Lo que el viento se llevó, 1939: la película contó con un increíble presupuesto que alcanzó 4,25 millones de dólares y se convirtió en la más larga y más cara hasta ese momento. Su éxito en taquilla fue excepcional, por encima de películas como Sonrisas y lágrimas y Los diez mandamientos. Ajustando la recaudación por la inflación, resulta la película más taquillera de toda la historia, superando incluso a otras como Titanic y Avatar.
Los decorados que se quemaron para la famosa escena del incendio de Atlanta eran entre otros los dos pilares a los que se amarró a la protagonista de King-Kong en dicha película. Vivien Leigh y Clark Gable no se llevaban muy bien en la filmación, tanto es así que Gable ingería grandes cantidades de cebolla antes de las escenas donde tenía que besar a Leigh.