Las garrapatas son artrópodos parásitos que se alimentan de la sangre de mamíferos, aves y reptiles. Aunque su tamaño puede ser pequeño, su impacto en la salud humana puede ser significativo y en esta etapa proliferan en los campos de Pinar del Río y hasta en los patios de la ciudad.
Representan las picaduras un peligro significativo para la salud humana debido a las enfermedades que pueden transmitir. Sin embargo, con la educación adecuada, la prevención y el tratamiento oportuno, es posible reducir el riesgo de enfermedades transmitidas y minimizar su impacto en las personas.
Los síntomas comunes asociados con las enfermedades transmitidas por garrapatas son la fiebre leve o severa, molestias gastrointestinales, como náuseas, vómitos, diarrea o dolor abdominal, erupciones cutáneas que comienzan como manchas rojas o protuberancias en la piel y pueden expandirse con el tiempo, así como la fatiga extrema, el dolor en las articulaciones, los músculos y cabeza y hasta pueden causar inflamación de los ganglios linfáticos, especialmente aquellos ubicados cerca del sitio de la picadura de la garrapata.
Es importante tener en cuenta que las sintomatologías pueden variar dependiendo de la enfermedad transmitida por la garrapata y la persona afectada. Si experimentas malestares es importante buscar atención médica adecuada para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
También es de vital importancia evitar zonas conocidas por tener poblaciones de garrapatas, con alta hierba y arbustos, y zonas con vegetación densa, Cuando te aventures en áreas propensas a las garrapatas, usa ropa de manga larga, pantalones largos y medias altas para cubrir la piel expuesta. Coloca tus pantalones dentro de las medias para evitar que se suban por las piernas y aplica repelentes de insectos que contengan permetrina en la piel expuesta y la ropa.
Después de pasar tiempo al aire libre en áreas infestadas, examina tu cuerpo y ropa en busca de garrapatas. Presta especial atención a las áreas calientes y húmedas del cuerpo, como la cabeza, el cuello, las axilas, la ingle y detrás de las orejas.
Controla regularmente a tus mascotas para detectar garrapatas y usa productos repelentes o collares antipulgas recomendados por tu veterinario.
Por último, si encuentras una garrapata adherida a tu piel, retírala lo antes posible utilizando pinzas finas. Agarra firmemente la garrapata cerca de la cabeza y tira suavemente hacia afuera con un movimiento constante y firme. Evita aplastar o exprimir la garrapata para reducir el riesgo de infección.
Después de quitar los insectos, limpia cuidadosamente la zona de la picadura con agua y jabón. Aplica un antiséptico para ayudar a prevenir infecciones. Si desarrollas síntomas, busca atención médica de inmediato.