Al decir de Cervantes, la música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu. En medio de días tan difíciles, en los que la humanidad sangra en casi toda su extensión, este es uno de los asideros a los que recurrir para aliviar el alma, para aunar fuerzas.
Cantantes de muchos países se han inspirado en lo que ha provocado la nueva pandemia para llegar a sus seguidores con mensajes de esperanza y amor. En Cuba, varios músicos se suman a las iniciativas y la mayoría (excepto algún caso aislado) ha logrado conmover a más de uno.
Son Quiero verte otra vez, de Alexander Abreu y Havana D’Primera o La tierra está llorando en las voces de JG, Laritza Bacallao, Isaac Delgado y otros intérpretes, muestras de que la música popular cubana puede llegar al corazón de la gente sin caer en chabacanerías.
También, desde el territorio más occidental Pinar del Río, se dedican pentagramas a luchar por la vida. Ejemplos hay varios. La empresa comercializadora de la música y los espectáculos Miguelito Cuní realiza un programa de conciertos online y cantautores como los Hermanos Labrada, Edael y Eduardo Espinosa, Omar Iván… compartieron melodías con los usuarios.
Miriela Mijares, desde la tranquilidad de su hogar, como ella misma afirmó en un video compartido en Facebook, le regaló al público La vida, «una canción hecha desde hace algún tiempo por otras razones, pero siempre hay razones para volver a ella.
«Les pediré lo que me han pedido a mí: cuídense, cuídenme, cuiden al resto de las personas. La meta no es cuándo volveremos a hacer una fiesta o cuándo estar en un podio o cuándo podremos abrazarnos… la meta ahora se llama ‘mañana’ y si llegamos ahí será haciendo las pequeñas y responsables cosas que nos tocan. Lo que más hay que tener ahora es la vida», dijo.
Por otra parte, un tema escrito por Carlos Alberto Acosta en la voz de su esposa, la joven cantante Lianette Mena, fue compartido también en las redes sociales como otra muestra de lo que hacen los músicos pinareños durante una etapa tan difícil.
«Es una responsabilidad social del ser humano y sobre todo de los artistas de ser coherentes con los momentos en que estamos viviendo. No es una super-producción, pero sí un mensaje claro y directo, con la intención de dar esperanza, fe y que la gente cree conciencia a través de una canción», afirmó el compositor.
«Es tiempo de buscar una verdad/es tiempo de quererse como amigos. Es tiempo de pensar y de tener humanidad/son tiempos de cuidar de nuestros hijos», así dice parte del estribillo del tema que estos dos jóvenes compartieron desde su casa.
Son momentos en que mucho se puede hacer desde las artes. La música se torna herramienta eficaz para llegar a los corazones, es un lenguaje universal que aglutina. Como dijera Hans Christian Andersen, cuando las palabras fallan, la música habla.