“¿Usted se cree que con 1 500 pesos yo podía comprar ese techo? Claro que no, entonces, ¿cómo no voy a estar agradecida?”, dice Zenaida Prieto Correa, anciana de 83 años, residente en la comunidad de Santa Fe, en el municipio de San Luis, jubilada del sector tabacalero y poseedora del título de Heroína del Trabajo de la República de Cuba.
Ella es beneficiaria de uno de los 1 600 kit de techos que fueron donados por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, para contribuir a la recuperación de los daños provocados por Ian al fondo habitacional de la provincia.
Estas organizaciones realizaron un llamamiento de emergencia el 30 de septiembre de 2022, a menos de 72 horas del paso del meteoro por la región, en respuesta a ello, la Unión Europea; el gobierno de los Estados Unidos; la Cruz Roja americana, holandesa, británica y española enviaron donativos con los que se beneficiaron 5 000 familias y alrededor de 25 000 personas.
La ayuda abarcó a los 11 municipios, siendo Pinar del Río, Consolación del Sur, San Luis, Viñales y San Juan y Martínez los territorios que recibieron la mayor cantidad, en consonancia con la magnitud del impacto del huracán en dichas demarcaciones.
MÁS QUE CUBIERTAS
Víctor Quintana Iglesias, especialista B en Cruz Roja, explica que los donativos de estas cubiertas estaban acompañados también por kit de cocina (5 000), higiene (5 000) y construcción (20), así como juegos de sábanas (3 840), lámparas recargables (5 000) y mosquiteros (3 700).
Otros insumos entregados gratuitamente fueron casi 10 000 lonas plásticas, máquinas de soldar (10) y herramientas de refugio (500).
“Esta es la realización de un sueño”, asegura Anayancy Páez Reyes, enfermera viñalera, quien se encontraba cumpliendo misión internacionalista en Venezuela cuando su casa fue severamente dañada; refiere que los beneficios económicos de dicha colaboración distan de los que antaño se recibían y carecía de medios para asumir la reparación de su hogar, máxime en su condición de mujer sola.
Informó a la delegada de su incapacidad monetaria y estuvo entre las beneficiadas, “no recuerdo el día exacto, pero cuando me lo dijeron empecé a saltar de alegría, me demoré un poco para ponerlo porque tenía que fundir arquitrabes para anclarlo, no tenía el cemento y los ladrillo que necesitaba”.
Las obras las asumen su padrastro y otros familiares, aunque ella misma funge como ayudante de albañilería. Refiere que el módulo de herramientas le ha sido muy útil, y en cuanto a los insumos de cocina, cuidadosamente guardados en una caja, dice: “son para cuando mi casita esté terminada, estoy muy agradecida con todo”.
Damnificada al paso de los huracanes Isidore y Lily, Milagros Pérez Corrales volvió a sufrir daños en su vivienda, esta vez bajo la furia de Ian. “Aquí quedaron tres o cuatro fibras llenas de huecos, estábamos a la intemperie; vinieron los técnicos de la vivienda, la delegada, y cuando me comentaron que me podían dar un techo por la Cruz Roja, me puse muy contenta.
“Creo que ahora sí pueden venir tres, cuatro ciclones, y esto aguanta, porque está retaqueado y muy bien puesto, me parece que me dura mientras viva”, expresa esta sexagenaria, jubilada del sector tabacalero, quien comparte la morada con uno de sus dos hijos.
AYUDA Y CALIDAD
Quintana Iglesias resalta que ofrecieron un curso para brigadas de techadores de todos los municipios, con el propósito de asegurar la colocación correcta y que sean resistentes al embate de los frecuentes e indeseados eventos hidrometeorológicos de gran intensidad.
La capacitación incluyó a especialistas de las direcciones territoriales de la vivienda, para que estuvieran en condiciones de supervisar y asesorar la ejecución.
Anais Iglesias Suárez, secretaria municipal de la Cruz Roja en Viñales, asegura que han contado con el acompañamiento permanente de los técnicos, los cuales, al final, son los que certifican la culminación del trabajo.
Sobre el proceso de asignación, explicó que fue una labor de equipo, con los delegados y puestos de mando de cada Consejo Popular, analizando cuidadosamente los casos de damnificados pendientes. Concedieron prioridad a las personas vulnerables y con bajos ingresos, así como al hecho de que se tratara de derrumbes totales o parciales de techo, para que con el donativo lograran la recuperación del inmueble.
Yarelis Díaz Martínez, técnico integral de la Vivienda, en el mismo municipio, acota que ellos le realizan la medición, el cálculo y el diseño; luego controlan que se cumpla con el protocolo, para que el anclaje y ubicación de las vigas sea la indicada y quede con la solidez que se espera.
SIN COLOR ROSA
A pesar de que son cubiertas libres de costo, no todas están colocadas. Eumelín González Sánchez, gobernador de Pinar del Río, participó en la sesión de los puestos de mando de la Vivienda de los cinco municipios que más atrasos presentan en este programa: San Juan y Martínez, San Luis, Viñales, Minas de Matahambre y La Palma, y uno de los temas que se analizó con mayor rigor en ellos, es la morosidad para culminar de recuperar las moradas a las que fueron asignados estos kits.
Objetivamente hay limitaciones con cemento y bloques para aquellos casos en que es preciso hacer arquitrabes, y también con la fuerza de trabajo; sin embargo, priman causas subjetivas como la falta de organización e insuficiente prioridad a este asunto por parte de las autoridades locales y responsables en cada demarcación; sin excluir la apatía de algunos beneficiarios.
Analizar las causas de cada caso que no lo ha colocado y crear estrategias que viabilicen la solución fue la indicación dada, entre las sugerencias hechas se encuentra la conformación de brigadas que asuman estas faenas en las viviendas de personas con desventajas económicas y que no puedan asumir el pago de la mano de obra.
Por otra parte, a los núcleos que les fueron otorgados y muestran poca motivación para recuperar su vivienda, revaluar la pertinencia de reasignarlo a otros.
En todos los territorios, González Sánchez insistió en que el programa de la Vivienda no admite errores humanos, cuando miles de familias de pinareños a un año y dos meses del paso de “Ian” no tienen respuesta a sus necesidades; donde es posible, porque existen los recursos materiales, es inadmisible la demora.
CON LÁGRIMAS EN LOS OJOS
Yaidimí Hernández Benítez es madre de cuatro hijos, esta sanluiseña, trabajadora no estatal, se emociona hasta el llanto al hablar de lo que ha significado acceder a uno de los techos donados, que ya corona su vivienda en el centro del poblado.
“Mis hijos están felices con la casa, y yo de haberlo logrado, porque ellos son mi razón de vivir y hemos pasado trabajo, pero estoy muy agradecida”.
Podrían ser más las familias que ya estuviesen dejando atrás los daños de “Ian” por este donativo, pero varias decenas, aún, aguardan porque el beneficio se materialice, hacer que esa solidaridad se convierta en cura para heridas abiertas es asunto de los pinareños.
La ayuda a nuestra Heroina Senaida Cruz Prieto para su vivienda se puede repetir para muchas otras personas necesitada si ante la falta de materiales se utilizaran,como en Europa, los contenedores en desuso de mercancias de hierro de 20 y 40 pies como viviendas pues ya tienen el piso, techo y paredes y dolo hay que ponerles las puertas y ventanas .