La provincia Pinar del Río nuevamente adquiere su estabilidad, aunque no se confía porque está demostrado que el SARS COv2, con su manifestación asintomática, puede estar en los lugares menos esperados, como la sorpresa de hace unos días cuando apareció en una paciente de 34 años, en Mantua, y se investiga el origen.
Las reglas están bien establecidas, las autoridades no se confían, aunque ciertos sectores de la población tientan con el riesgo y no se aíslan en la medida que se necesita.
La pesquisa diaria se mantiene: cientos de profesores y estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas todos los días visitan hogares para conocer posibles febriles inespecíficos, que ayer fueron 202 164, además a las consultas de presuntivos con infecciones respiratorias acudieron 137 en las últimas 24 horas y en siete casos se procedió al ingreso.
En estos momentos hay solo dos enfermos con seguimiento médico hospitalizados, un hombre de la ciudad y la señora mantuana. Las altas médicas se mantienen en 50 y las epidemiológicas ascendieron a 28.
Hoy la provincia amanece con 141 personas en rango de aislamiento; los diagnósticos por PCR acumula 3 172 con solo dos positivos y las pruebas rápidas 5 232.