Sin dormir, ni de día ni de noche, transcurren los meses para el equipo de especialistas sanluiseños del Programa Materno Infantil (PAMI). Enfermeros y doctores acunaron este año 276 nacimientos y haber anulado la mortalidad de los recién nacidos, en comparación con los cuatro del periodo anterior, fue sin dudas, el mejor reconocimiento por la labor que realizan.
RESPONSABILIDAD CONJUNTA COMO PRIMER PASO
Amén de la estrategia diseñada desde el país, a la cual cada provincia le da seguimiento y trata de cumplir rigurosamente, Juan Arturo Fundora Pacheco, director de Salud del municipio, considera que es un privilegio contar con la valía de cada uno de los implicados en función de las mujeres embarazadas.
«Cumplir con los protocolos permitió mantener un control adecuado de este programa, lo demás son las actividades realizadas diariamente en la institución hospitalaria y el acompañamiento del Gobierno y el Partido a la hora de planificar acciones en dependencia de las circunstancias asociadas a determinadas gestantes o niños», enfatizó el directivo.
Durante el año precedente, el indicador más relevante para el PAMI fue el bajo peso, causado, fundamentalmente, por el embarazo pretérmino y el Retraso del Crecimiento Intrauterino (CIUR), en tal sentido, ya se identificaron en cada Consejo Popular cuáles son los casos que pueden aportar futuros bajo peso al nacer.
De lo anterior se derivan las gestantes obesas, diabéticas, hipertensas y con percentil por debajo de 26 según peso fetal. Esta caracterización forma parte del grupo de medidas para revertir la situación, así lo dio a conocer la doctora Niurka Serradet Martínez, jefa del programa en el municipio.
La especialista Juana María Montesino, subdirectora general del área de Salud, explica que la gestante se evalúa desde el primer trimestre, periodo en el que ya se ven indicadores no solo genéticos, sino marcadores fetales que influyen en el crecimiento y desarrollo de la vida intrauterina y así, sistemáticamente, es atendida en cada momento trascendental del embarazo.
«Hay un vínculo estrecho con la Asociación de Agricultores Pequeños, Educación, la Federación de Mujeres Cubanas, el Órgano del Trabajo, los Comité de Defensa de la Revolución, la Comisión de Prevención, más otros entes sociales, para entre todos ayudar al ingreso oportuno, a poseer una cultura sanitaria para lograr el embarazo como es debido en nuestro sistema de Salud, en tanto existen madres que se niegan a ingresar, sin embargo, tienen el percentil bajo o su bebé no viene con el desarrollo acorde al tiempo gestacional», dijo.
San Luis ostenta hoy buenos resultados en este sentido, precisamente, por el hecho de no ver el problema solo desde la Salud Pública, sino con el acompañamiento de todos los factores de la sociedad. Ejemplo de ello fue el seguimiento a las gestantes y puérperas que sufrieron perjuicios en sus viviendas luego del paso del huracán Ian por la provincia y que incidió fuertemente en esta zona. En estos momentos ya no permanece ninguna en centros de evacuación por tal motivo.
Recuerdan las entrevistadas a uno de los casos preocupantes del municipio al cierre de diciembre, una adolescente, negada a la hospitalización, con alto riesgo obstétrico debido a un CIUR y, además, condiciones de vida desfavorables; hoy ya es lactante y continúa siendo para el personal médico, una ocupación, pues aun cuando pasan las pacientes a otros niveles de ingreso se les da seguimiento.
TODO EN FUNCION DE LA VIDA
Este territorio sureño forma parte de un proyecto nacional sobre planificación familiar, el cual se incluye dentro del propio PAMI, que consiste en una consulta a la que la población puede asistir en busca de orientación y posteriormente a recibir atención directa. La misma fue beneficiada con la recepción de anticonceptivos y medicamentos para tratar, entre otras cosas, las infecciones vaginales, vista como otra de las causas de los partos prematuros.
Al igual que este programa de planificación familiar, el PAMI también rige otros subprogramas como el de genética y el de infertilidad. Cuenta a su vez con un servicio de colposcopía y una consulta multidisciplinaria, donde son evaluadas todas las pacientes con 14 semanas que requieren de una segunda opinión especializada, así lo explicó Serradet Martínez.
En lo que respecta a la reproducción asistida, María Alejandra López Rodríguez, jefa de Obstetricia Municipal, informa que no solo atienden a la pareja infértil, también a las parejas homoafectivas. Aquí en el municipio se hacen los espermogramas, los análisis de sangre y los exudados bacteriológicos, solo va al segundo nivel de atención la inseminación artificial, el 90 por ciento de las pacientes resuelven aquí al nivel primario.
Asimismo, las futuras madres de esta tierra tabacalera cuentan con una sala de hospitalización, ingresan aquí los embarazos gemelares, las adolescentes, los polihidramnios, las diferentes patologías obstétricas, así como determinados casos sociales, advierte la doctora María Alejandra, todo en función del futuro bebé. El monitoreo constante está garantizado por las manos de obstetras y pediatras a tiempo completo, a la vez que intensivistas, médicos diplomados y emergencistas vuelcan su profesionalidad para la atención materna infantil.
La directora del PAMI insiste en la importancia de trabajar con el seguimiento, control y fiscalización de la mujer en edad fértil, o sea, la mujer de 15 a 49 años, “a ellas hay que evolucionarlas, hacerles controles, sobre todo a quienes tienen enfermedades crónicas o persistentes que pueden dar una morbilidad”.
Por su parte, la doctora Fundora Pacheco dice que están bien identificadas cada una de las pacientes, por ejemplo, las que demandan de una esterilización quirúrgica en el hospital provincial Abel Santamaría, las que precisan el uso de métodos anticonceptivos de larga duración, dígase los implantes hormonales, y otras que desean un embarazo y desde el PAMI se les suministra suplemento de ácido fólico, vital para evitar malformaciones congénitas.
Según la especialista, el programa sanluiseño cuenta con dos grupos básicos de trabajo, con médicos, pediatras, nutriólogos, psicólogos, clínicos y trabajadores sociales, quienes dan interconsultas cada 15 días a todos los consultorios. “En los encuentros operativos realizados diariamente en el policlínico Epifanio Rojas Gil, estos especialistas verticales tributan sobre los casos que les preocupan y, sobre esa base, se toman decisiones para solventar cada una de las problemáticas o agilizarlas”, explicó.
LA PASIÓN POR CURAR
La muerte de un niño o la pérdida de un embarazo tocan la fibra más sensible de cada uno de los miembros del programa. El PAMI, a criterio de todos, les quita el hambre, el sueño, “tener una embarazada ingresada con peligro para su vida y ver el desinterés de ella y de la familia nos duele, nos aprieta el pecho realmente”, fue la valoración de la doctora Juana María, quien al mismo tiempo disfruta de su profesión, de esos mecanismos diarios en función de la maternidad y la paternidad.
Se han visto de noche en zonas distantes, cercanas a la costa incluso, sin corriente, en contacto directo con los casos más vulnerables, brindando la sapiencia y el amor, cual si fueran sus propios hijos, a fuerza de responsabilidad y profesionalismo, con el mejor de los esmeros.
Como aseguró el también especialista en Medicina General Integral Arturo Fundora, “lo más importante es el factor humano, la armonía que existe entre todos los médicos y enfermeras, la preocupación por cada caso, eso es lo que hace que podamos mantenernos sin males mayores”.