Artemisa rescató un empate de visitante frente a Pinar del Río durante la primera jornada del Torneo Apertura de la 108 Liga Nacional de Fútbol.
Los Guerreros se adelantaron en el marcador al minuto 13, cuando Carlos Amore encontró un balón suelto en el área pinareña tras un cobro de falta, a pocos metros del banderín de córner.
El despiste en las marcas costó muy caro a los dirigidos por Frank Roberto Hernández, que jugaban mejor y llegaban con más claridad a la puerta rival. Sin embargo, de merecer el 1-0 pasaron al 0-1, después que el disparo de Jorge Luis Pozo se fuera ancho.
Incluso, tuvo otra clara el elenco de Vueltabajo en un contragolpe que parecía provechoso, pero el golpeo a tres dedos del veterano Ciprián Alfonso se marchó rozando el larguero.
El empate llegó también a balón parado. El defensor Carlos Adrián Ramos cabeceó en el segundo palo y la mandó a guardar cinco minutos antes del descanso.
’El Cholo’ Ramos igualmente aportó arriba y completó un partido redondo, mostrándose entre los mejores zagueros de la Liga. Magnánimo en la marca, rápido como un bólido, dueño de la anticipación de un vidente y el aplome que le sobra.
Una lástima que la imposibilidad de reforzar a Cienfuegos para el anterior Torneo Clausura le privaran de esa vitrina que significa jugar en un equipo campeón.
Artemisa apenas intentaba correr por la banda izquierda según atacaban, pero el joven Jorge Hernández solventó con éxito para los de casa las internadas del artemiseño Osniel Ramos, quien intentó jugar con Yansier Reinoso, del que se hablará mucho y bien muy pronto, sobre todo cuando aprenda a asociarse.
Menos podía la visita por la derecha por dos razones: la falta en la banda del internacional Orlando Calvo, que ocupó la posición de seis por la ausencia del lesionado Pedro Bravo, y porque en el carril de los pinareños corría un incombustible, Ahmed Martínez, asociativo delante, colaborador y sacrificado atrás, todo lo necesario para que los verdes mantuvieran el empate.
En la segunda mitad ambos amagaron sin contundencia. A los pinareños se les diluían los minutos en sus ansias de anotar. Artemisa se replegó para aprovechar a la contra un golpe que les diera una dulce victoria a domicilio, y hasta tuvieron alguna oportunidad clara que desaprovecharon.
No aburrió el complementario, pero poco de relevante acaparó más que la entrada a la cancha del seleccionado Sub-17 Diego Vento, quien alegró tanto al público como lo asustó con su excesiva confianza. Eso sí, nadie se marchó del terreno Nancy Uranga sin la certeza de que este niño transpira talento a raudales, y consagración este equipo verde que sueña con más.
En la próxima jornada, programada para este sábado, destacan el clásico entre Pinar del Río y Villa Clara en Zulueta, un choque que se antoja la redición de la final vista entre estos conjuntos con una historia envidiable en el balompié cubano.
Por: Raúl Hernández Lima